Después de como 30 niños ahogados el pozo sigue igual

 

Sólo Dios sabe lo que pueda pasar en Cleveland


A unos días de que se celebre la Convención Nacional Republicana en Cleveland, Ohio, en la que Donald Trump será ungido como candidato del Partido Republicano a la presidencia, el Nuevo Partido de las Panteras Negras, organización reivindicativa de los derechos de la población afroamericana, ha anunciado que portará armas en las protestas que tendrán lugar en contra de Trump.

Como la ley vigente en Ohio permite a los civiles adquirir con libertad y portar armas en público, los integrantes del Nuevo Partido de las Panteras Negras no estarían transgrediendo ninguna ley y además, en palabras de su presidente, Hashim Nzinga, se estarían protegiendo de otras organizaciones de supremacistas blancos que buscarían hacerles daño, especialmente después de los lamentables acontecimientos ocurridos hace unos días en Dallas,Texas, donde varios policías blancos perdieron la vida a manos de un ex soldado negro cansado de los episodios de brutalidad policial en contra de la población afroamericana a lo largo y ancho del país. Ahora serán los afroamericanos, los que acogiéndose a la Segunda Enmienda constitucional portarán armas en una manifestación pública de alta peligrosidad y además lo harán con todo el respaldo de la ley.

La realidad es que sólo Dios sabe lo que pueda pasar en Cleveland durante la convención, con simpatizantes de Trump enfervorecidos por su candidatura y con detractores del magnate enfurecidos con sus posturas racistas, armados los unos y armados los otros en un radio de dos kilómetros cuadrados. Deseando que no pase nada digno de lamentarse, el simple escenario planteado por las Panteras Negras y los supremacistas blancos, sumado al rosario de episodios de tiroteos protagonizados por desequilibrados una semana sí y la otra también, debería ser razón más que suficiente para que el Congreso modifique la Segunda Enmienda e impulse un mayor control de la comercialización, tenencia y portación de armas.