Lo urgente y lo importante

 

¿Los partidos y los gobiernos son tan independientes que ya ni se hablan?


Vivimos en una época en la que todo pasa a la velocidad que marca el momento en el que algo llega a la estratosfera del mundo virtual, se exhibe, se difunde y se instala en la mente de todo aquel que lo lee, lo cree y lo sufre o lo disfruta.

Sin embargo, esa inmediatez que traen consigo las nuevas tecnologías no le restan peso a lo que es realmente importante. Porque a pesar de que lo urgente siempre ha sido enemigo de lo importante, ahora lo inmediato es lo que impera.

Por lo tanto conviene preguntar: ¿a quién se le ocurrió ir definiendo la Ley 3de3 y al mismo tiempo enfrentar al gobierno con los empresarios y hasta consigo mismo?

En ese sentido, ¿por qué cuesta tanto en México diferenciar lo público de lo privado? Y es que, hay una gran diferencia entre un pirata privado y un corrupto público.

En principio los dos son nocivos para la sociedad, pero el pirata privado se hace rico corrompiendo a alguien y por mucho que esté saqueando las arcas del Estado, tiene obligaciones de transparencia distintas a las de un servidor público.

Y no es que haya deshonestos de primera o de segunda, sino que las arenas movedizas de esta confusión en la que están sumergidos por motivos diferentes, a lo único que nos puede llevar es a un sistema inviable.

En ese contexto, si lo que se busca es que una ley nunca se ponga en marcha, se tendrá que articular de una forma tan perfecta para que sea poco práctica. Pero si lo que se busca es que algo cambie para que todo siga igual –como en El Gatopardo de Tomasi di Lampedusa– lo que se debe hacer es lo que ahora estamos presenciando.

En medio de todo eso cuando veo al Presidente reunido para desarticular lo que hicieron algunos de los suyos me pregunto: ¿dónde está la coordinación?

¿No hubiera sido mejor que antes de lanzar la ley, se hubiera impulsado una comunicación funcional entre los legisladores y el dirigente del gobierno? ¿O es que ahora los partidos y los gobiernos son tan independientes que ya ni se hablan?

Pero no hay que confundirse, porque el hecho de que el látigo del enojo social golpeara el 5 de junio, no exonera a los partidos de su pobreza intelectual a la hora de plantear alternativas. Aunque más allá del papel de los partidos, lo que está fallando es el sistema en su conjunto.

Ahora necesitamos que algo funcione y que lo importante sustituya a lo inmediato. Y para lograrlo hay que resolver diferentes cuestiones.

La primera es la corrupción. La segunda, la claridad en la seguridad nacional. Y la tercera, la realización de programas concretos y confiables que nos puedan sacar del momento que ahora estamos viviendo.

@antonio_navalon