La crisis del líder

 

México necesita planes de gobierno y de liderazgo claros


En este momento, se mire por donde se mire y pese a casos excepcionales como el del presidente de Rusia, Vladimir Putin, el de Corea del Norte, Kim Jongun y el de China, Xi Jinping; ya existe una gran crisis de liderazgos a nivel internacional.

Ahora el Brexit ha evidenciado una situación que ya imperaba en nuestra realidad, puesto que ese referéndum con el que Reino Unido ha decidido abandonar la Unión Europea, se ha convertido en la prueba que necesitábamos para entender que el mundo que conocíamos ya se extinguió y ahora uno nuevo se está conformando.

En ese contexto, las reacciones rápidas son muy importantes. Y hay que reconocer que el gobierno de México hizo lo mínimo que se podía, pero lo hizo bien, y al conocerse la decisión del referéndum se tomaron medidas y se generaron acuerdos que seguramente no serán los únicos, ni los últimos.

Y es que, mientras las monedas y las economías se reajustan –no hay que olvidar que en gran parte esto ha ocurrido por el fracaso mundial para resolver la crisis económica del 2008– habrá más datos que confrontar como los que ya reflejan un dólar que se encamina a los 20 pesos. Situación que manifiesta un panorama desolador, pero predecible al que tanto nos hemos negado.

Pero ahora lo importante es gobernar con ideas claras y liderazgos fuertes. Puesto que la suma de las crisis está generando una atmósfera desesperanzadora ante una clase política que no deja de decepcionar y unas formas de gobierno que están siendo cuestionadas y analizadas desde otra perspectiva.

En nuestro país las crisis se han ido acumulando y ahora están perjudicando a la seguridad nacional y a las estructuras legales. Y si a eso le agregamos un escenario económico que se complica por momentos, terminamos en una situación en la que cada vez será menos posible invertir en programas sociales y satisfacer las necesidades del pueblo.

Por eso México necesita –dentro del orbe al que pertenece– unos planes de gobierno y de liderazgos claros para saber dónde, cuándo y cómo seguiremos avanzando.

En ese sentido, es positivo haber colocado las primeras gasas para controlar la hemorragia, sin embargo, eso no será suficiente para curar las heridas, puesto que será necesario hacer una reestructura política, económica y social en el que el nuevo papel de los líderes sea fundamental.

Y si en este momento no tenemos un liderazgo fuerte será conveniente encontrarlo en 2018. Porque así como se ha mencionado en el proceso electoral de España, ahora todos tenemos prisa, porque si el mundo se sigue administrando como se ha hecho hasta hoy, muy pronto ya no quedará nada que gobernar.

@antonio_navalon