PRI: razones de las sinrazones detrás de Enrique Ochoa Reza

 

La política debe apostarle al pesimismo optimista, no al optimismo pesimista


Las decisiones del poder suelen ahogarse en las reacciones en medios activistas, pero en el fondo responden a una racionalidad política, aún las que puedan ser asumidas en estados desesperados de ánimo.

La designación de Enrique Ochoa Reza como dirigente nacional del PRI derivó de un análisis estratégico de la realidad que hicieron en Los Pinos. Se trata de variables que en las alturas del poder suponen que ayudarán al PRI en el 2018.

1.- Las redes sociales –sobre todo twitter– no votan sino sólo crean estados de ánimo temporales. Las burlas no representan votos efectivos.

2.- Las derrotas en elecciones a gobernador del pasado 5 de junio tuvieron motivaciones locales, no presidenciales. Por eso la decisión de Los Pinos de acotar blindaje de gobernadores salientes de Veracruz, Quintana Roo y Chihuahua.

3.- En Los Pinos consideran que el escenario nacional más real del PRI fue el de las legislativas del 2015: 29% de votos del PRI, 21% del PAN, 18% del PRD-Morena.

4.- Las encuestas sobre el 2018 no representan resultados sino tendencias del momento. Los precandidatos del PRI tienen buena posición considerando que no son oficialmente tales y que aún no usan el aparato mediático del poder. En el 2006 López Obrador pasó de 20 puntos de ventaja a la derrota. Ya lo dijo Peña Nieto: de que un desconocido se hace famoso en campaña, se hace.

5.- Con todo, en Los Pinos asumen que la base electoral del PRI es superior a la de la oposición.

6.- La lección de los gobernadores derrotados mostró la correlación entre salientes con mala imagen y entrantes subordinados. En Los Pinos ya tomaron nota de ese detalle.

7.- Si la base electoral del PRI es de 25%, el 75% restante se fragmenta en cuatro formaciones fuertes –PAN, PRD, Morena e independientes– y en porcentajes bajos pero contabilizables para el Verde y el Panal.

8.- A pesar de las derrotas, los votos perdidos por el PRI en plazas locales se podrían recuperar un poco con un candidato presidencial no impugnado.

9.- La figura de Ochoa Reza va a mantener espacios para los viejos priistas, pero su tarea será la de consolidar a nuevos votantes con una imagen diferente a los viejos priistas. El PRI necesita un 5% mínimo de nuevos votantes.

10.- La vieja clase política carece de liderazgos disidentes sólidos y activos para impugnar y el poder presidencial mantiene, cuando menos hacia el interior de su coalición, mecanismos coercitivos.

11.- El PRI pierde cuando está seriamente dividido: Zedillo-Labastida- Madrazo ante Fox y Madrazo con Calderón y unido recuperó la presidencia en el 2012. Hasta ahora en el PRI hay enojos pero no fracturas; la distribución de cargos legislativos en el 2018 volverá a cohesionarlo.

12.- La candidatura presidencial del PRI se va a resolver después de las elecciones presidenciales en los EE.UU. y luego de las del Estado de México.

Los análisis políticos en Los Pinos suelen ser diferentes a las interpretaciones mecanicistas en los medios y en las redes.

La existencia de un apparatchik de poder no garantiza que sus recomendaciones sean asumidas, pero cuando menos sirven como escenarios para la toma de decisiones. Equivocará el análisis quien crea que los presidentes deciden en el vacío de inteligencia política, aunque muchas de ellas sean equivocadas.

Por eso la designación de Ochoa Rezaresponde a un plan de vuelo, bueno o malo, pero existe.


Política para dummies: La política debe apostarle al pesimismo optimista, no al optimismo pesimista.

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