Salario mínimo, el problema

 

El problema con el salario mínimo es que crea desempleo


Un precio mínimo es aquel que el Gobierno fija por arriba del precio de equilibrio, al cual la cantidad ofrecida iguala la demandada, con la intención de beneficiar al oferente, quien por ley no puede aceptar, a cambio de lo que ofrece, un precio menor. La intención es buena, pero…

El salario es el precio del trabajo, y el salario mínimo es el salario que el Gobierno fija por arriba del salario de equilibrio, al cual la cantidad ofrecida de trabajo, de parte de los trabajadores, iguala a la cantidad demandada de trabajo, de parte de los empleadores, con la intención de beneficiar al trabajador, quien por ley no puede ser contratado a un salario menor. La intención es buena, pero…

¿Qué sucede si a ese salario, mayor al del equilibrio, los empleadores no están dispuestos a contratar a tantos trabajadores como están dispuestos a contratarse a ese salario?

Si realmente se trata de un salario mínimo, establecido por el Gobierno por arriba del salario de equilibrio, y suponiendo todo lo demás constante, de tal manera que las curvas de oferta y demanda de trabajo no se desplazan, el resultado no puede ser otro más que una menor cantidad de demanda de trabajo de parte de los empleadores combinada con una mayor cantidad ofrecida de trabajo de parte de los trabajadores, todo lo cual se traduce en desempleo: habrá trabajadores que a ese salario, el mínimo, estén dispuestos a trabajar, pero no habrá empleadores que, a ese salario, estén dispuestos a contratarlos. Los trabajadores que sí consiguen trabajo lo logran a costa de quienes no lo consiguieron. Todo lo anterior si realmente se trata de un salario mínimo (lo cual puede no ser el caso, por más que el Gobierno imponga un alza en los salarios), y si todo lo demás permanece constante (lo cual tampoco puede ser el caso).

El problema con el salario mínimo es que crea desempleo. El problema con los aumentos al salario mínimo es que crean más desempleo.