Negociación imposible

 

Ahora el secretario de Gobernación ha asegurado que no le temblará la mano para usar la fuerza pública


En la vida y en la política lo primero que uno debe aprender es que nunca llueve al gusto de todos.

Ahora por una parte tenemos la necesidad de que las manifestaciones y los problemas del magisterio no provoquen más muertes como ya sucedió en Oaxaca.

Y por otra, está la obligación del país para hacer cumplir las leyes que promulga, sin olvidar que éstas siempre deben tener un consenso social que las respalde.

En ese sentido, debemos saber que estamos viviendo una trampa más de la simulación nacional que ya está resultando muy peligrosa.

Por lo tanto, comprendo y aplaudo la negociación política que impulsó la Secretaría de Gobernación, ya que su obligación como responsable de la política interior del país es negociar, negociar, negociar antes de tener que llegar al momento en el que sea necesario el uso de la fuerza.

En ese contexto, hay que ser conscientes de lo imposible que se ha tornado esa negociación, porque en primera este sistema a la CNTE simplemente no le gusta y tampoco le interesa.

En segunda, es muy fácil mandar a casi 40 representantes de la CNTE a Bucareli, reunirse, dialogar y después en la asamblea desautorizarlos y sólo buscar el beneficio que más les convenga.

Y en tercera, todo el esquema de la CNTE está hecho para que los demás se comprometan sin que ellos tengan que hacer lo propio. Aunque al final del día eso lo saben los responsables de Gobernación, quienes hasta cierto punto están obligados a que la negociación política sustituya a la violencia, aunque ésa sea la violencia legal del Estado.

El gran desafío ahora es identificar dónde están los límites, sobre todo cuando la los empresarios, los familiares de los desaparecidos y la sociedad ya han desenfundado la pistola y están exigiendo el cumplimiento de las responsabilidades.

Sin duda, tenemos derecho a que las leyes se cumplan, sin embargo, dicho ejercicio debe ser generalizado, donde las leyes que garantizan la libertad de comercio y de tránsito también sean respetadas.

El problema es que perdemos tanto tiempo en la confabulación, en la mentira y en la dependencia, comprando a quien nos chantajea, que es difícil saber dónde esta el verdadero foco rojo.

Ahora el secretario de Gobernación ha asegurado que no le temblará la mano para usar la fuerza pública, aunque lo complicado a estas alturas es saber el momento indicado para usarla y el tipo de fuerza que se debe utilizar. Sobre todo porque a pesar de que se haya hecho lo mejor políticamente hablando, en el ámbito social el país ya ha entrado en una situación de peligroso declive.

@antonio_navalon