Sin pasado

 

Algunos casos los políticos se muestran como si fueran personas que no tienen pasado


Si observamos atentamente es posible distinguir que en algunos casos los políticos se muestran como si fueran personas que no tienen pasado.

Y es que, los que ayer presidían el Senado, los que antier presidían el Partido de Acción Nacional y los que hasta hace un momento eran los grandes aliados del actual presidente y dirigente del PAN, Ricardo Anaya, ahora son sus mayores enemigos.

En ese sentido, lo que me llama mucho la atención es observar al gobernador Javier Corral con el exsenador y ahora diputado federal con licencia, Gustavo Madero, y con los secretarios Osorio Chong y José Antonio Meade, reunidos como si todos ellos hubieran salido de la nada y durante todo este tiempo nadie se hubiera dado cuenta de todo lo que estaba pasando en Chihuahua.

Al parecer no tienen pasado, lo cual es una ventaja para ellos pero una tremenda desventaja para nosotros.

Porque al final del día mientras estaban pasando todas las barbaridades que ha denunciado Corral –y que espero pueda comprobar– en torno a su antecesor Duarte, el otro Duarte, César Duarte; todos ellos estaban en los centros de gobierno en los que se toman las decisiones, todos ellos tenían los elementos necesarios para saber lo que estaba pasando en ese estado, y sin embargo, da la impresión de que el fenómeno les resulta completamente nuevo.

Esto tiene que ver porque ahora que se ha hecho más abierta tanto la vida de los gobernadores como la lucha contra los corruptos –bendita sea–, debe existir una cierta lógica la cual no puede seguir siendo esta barbaridad, ni este diálogo cotidiano en el que siempre aseguran haber entregado los recursos y simplemente alguien se los llevó.

En ese contexto estoy de acuerdo, se debe perseguir a los corruptos pero mientras tanto, ¿cómo les explicamos a los maestros, a los policías o a los médicos de los estados perjudicados por una gran epidemia de corrupción, que deben esperar a que los políticos responsables que teóricamente se llevaron el dinero regresen para que ellos puedan recibir lo que les corresponde?

Y es que, al Estado hay que protegerlo pero de manera coherente, porque de lo contrario avanzar con incoherencia es figurar como si nadie hubiera estado ahí hasta este momento. Y, sin embargo, eso no fue así, puesto que todos, incluidos los ganadores de las elecciones, sabían qué era lo que no estaba funcionando.

Por lo tanto, ¿cómo podrán explicar las autoridades que la situación y las circunstancias llegaron a un nivel tan grave que incluso los mismos gobernadores entrantes las han denunciado?.