Tres escenarios

Los tres escenarios que se vislumbran en el mediano plazo tienen que ver con dos componentes altamente volátiles.

Renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las elecciones a celebrarse el 1 de julio próximo. Los procesos políticos pueden traslapar las negociaciones comerciales y se corre el riesgo de que existan más intereses que contaminen el proceso negociador. En este momento hay factores de incertidumbre como los calendarios electorales en México y EU y el resultado de las elecciones especialmente en nuestro país.

Canadá y México, si bien son los socios con menos peso, saben que el país más poderoso del orbe lleva mano; sin embargo, habrá un acuerdo comercial después de todo.

El TLCAN está en la recta final, ya que los equipos negociadores se instalaron hace unos días en Washington para seguir con las discusiones técnicas, sobre todo en los temas donde no hay consenso entre los tres países; como las reglas de origen, solución de controversias y cláusula Sunset.

En México vienen días en los que veremos presiones al tipo de cambio a partir de mayo. Esto se agudizará si Andrés Manuel López Obrador se mantiene en primer lugar, como hasta ahora, en las encuestas. Pese a lo que se diga, el tabasqueño no ha convencido a todos los empresarios en materia política, económica y jurídica. En esta tesitura conviene analizar lo que el país necesita para los próximos seis años.

El mejor escenario es tener a Ricardo Anaya y lograr una renegociación del TLCAN como ganadores, pues en México se da mayor estabilidad y su triunfo se daría sin cuestionamientos.

El peor de los escenarios es tener la aprobación del acuerdo comercial y que lo maneje Andrés Manuel López Obrador.

El tercer escenario sería el triunfo del PRI, ya que se daría en un contexto de alto cuestionamiento e incluso sería inverosímil.

Aun así, el TLCAN es un componente que por el momento da incertidumbre, pero aprobado debe ser factor de estabilidad en el mediano plazo.