La vida sigue

 

Si Clinton se convierte en la presidenta del imperio del norte, de inicio afrontará un problema con México


¿Cómo se vivió la visita de Donald Trump a México en el cuartel general de la campaña de Hillary Clinton?

Primero con incredulidad, después con sorpresa e indignación y finalmente con una irritación profunda, en un contexto tan difícil como el que estamos viviendo frente a un acontecimiento que se escapó de toda lógica de comprensión.

Sin embargo, el horror de Hillary se produjo porque a pesar de las experiencias que a ella le tocó vivir como secretaria de Estado de EU durante la era Calderón, y pese a que sabía que en este sexenio las relaciones con Washington empezaron mal y siguieron peor; su conocimiento le permite saber lo que significa jugar con nitroglicerina y abrir las heridas históricas de dos países que están tan cerca y tan lejos como México y Estados Unidos de América.

Ahora, al interior del vecino del norte las oleadas de odio vuelven a reproducirse. Donde ya somos muchos que por nuestro origen latino hemos sido condenados por aquellos que independientemente de que voten o no por Trump, nos ven no sólo como los que limpiamos sus albercas o podamos su pasto, sino como un peligro claro para su estabilidad y su seguridad.

El daño está hecho y ha sido responsabilidad de las dos partes. Y en ese sentido, si Hillary Clinton se convierte en la presidenta del imperio del norte, de inicio afrontará un problema con México, ya que por lo menos durante un año tendrá que convivir con Enrique Peña Nieto.

Pero si el ganador es Donald Trump no tendrá ningún problema, porque será tan sencillo como lo fue en la Alemania de 1933 cuando Hitler se convirtió en canciller, puesto que por mucho que lo invitaran a visitar el barrio judío de Varsovia, lo único que hubiera hecho sería tomar nota para saber dónde colocar las cámaras de gas.

Así son las cosas y a partir de aquí es necesario que la inteligencia, y los intereses sagrados –lenguaje que entienden muy bien tanto Estados Unidos como México– se hagan presentes para superar este momento tan difícil. Ya que si bien antes era imposible imaginar una situación peor que el fenómeno Trump, ahora aunque parezca mentira fuimos capaces de empeorarlo.

Y es que, en nuestro país conseguimos ir mucho más allá de toda razón y terminamos por lastrar nuestra relación con Estados Unidos que a partir del 8 de noviembre será una situación insalvable.

Pero como si no fuera suficiente Donald Trump termina esta fase de la campaña con un empate técnico con Hillary Clinton. Aunque ¿sabe usted qué es lo peor? Que así como durante muchos años circuló la leyenda de que a Hitler lo financiaron los judíos, ahora a Trump lo estamos levantando los mexicanos.