Trump y el cambio climático: no hay peor ciego que el que no quiere ver

A diferencia de lo que solía ocurrir en el pasado, esta temporada de huracanes ha sido particularmente dramática. El meteoro Harvey generó una destrucción sin precedentes en Houston, Texas, el ciclón Irma devastó la península de la Florida y la isla de Cuba, José golpeó fuertemente a las Bermudas y las Bahamas, el huracán Katia causó daños importantes en México, y actualmente María ha devastado Dominica, Puerto Rico, República Dominicana y Haití. La mayoría de los expertos han atribuido el agravamiento de los huracanes a los efectos producidos por el cambio climático y el calentamiento global.

Sin embargo y lamentablemente, para quienes hoy están en las posiciones más altas de poder, estos fenómenos simplemente no existen. Donald Trump, por ejemplo, ha dicho que el cambio climático es un engaño seudo científico implementado por China para hacer a la economía estadounidense menos competitiva.

Lo cierto es que no es gratuito que los fenómenos naturalmente, y especialmente los atmosféricos, sean cada vez más fuertes. La humanidad debe cambiar en lo relacionado con la explotación de los recursos naturales del planeta, y la forma en la que afectamos a sus ecosistemas porque si no, nos lo acabaremos. El que la actividad humana contribuye al agravamiento del cambio climático es un tema coincidente en 90 por ciento de los expertos. Sin embargo hay quienes no quieren ver la realidad y no lo hacen porque económicamente no les conviene verla. Es el caso de la administración Trump que difícilmente promoverá una disminución del consumo humano de combustibles fósiles como el petróleo, cuando el exsecretario de estado de la Unión Americana, Rex Tillerson, fue durante años el CEO de Exxon Mobil, una de las empresas petroleras más grandes del mundo.