Un año de Trump deja claroscuros en la economía mexicana

 

Cuando Estados Unidos crece, México también


Donald Trump ha cumplido un año en el cargo de presidente de Estados Unidos y muchos temas económicos han cobrado una gran dimensión a lo largo de estos largos, larguísimos 12 meses.

Si bien hay aspectos muy negativos como la retórica antimexicana, el tratamiento inhumano a los migrantes, las amenazas para salir del TLCAN y el muro en la frontera, no todo lo que haga Trump nos perjudicará.

La primera gran victoria de Trump, y acaso la única este primer año de gobierno, ha sido el recorte a las tasas de impuestos a las empresas en Estados Unidos.

Afortunadamente este recorte a los impuestos que pagan las empresas en Estados Unidos no borra por completo la competitividad de México para alojar empresas estadounidenses, ya que cuando se suman los impuestos estatales que se aplican en la Unión Americana, el efecto final es un margen mucho menos aparatoso en la tasa de impuesto efectivo a favor de Estados Unidos.

Pero más afortunado aún es el hecho de que el Fondo Monetario Internacional acaba de concluir su análisis sobre el impacto de esta reforma en Estados Unidos, y pone a México como uno de los países que se beneficiarán.

¿Cómo ocurre esto? Con una menor tasa impositiva en Estados Unidos, se espera que la economía estadounidense crezca en 2.7 por ciento este año, mejorando sustancialmente su perspectiva de crecimiento (la expectativa antes de la reforma impositiva era de un crecimiento de 2.3 puntos porcentuales).

Cuando Estados Unidos crece, México también, así que el FMI ha dado a conocer que la expectativa de crecimiento en México para 2018 es de 2.3 por ciento, lo que representa 0.4 más que la estimación de crecimiento antes de la reducción de impuestos en Estados Unidos.

¿Cómo pinta el crecimiento económico para México en 2019? Mejor. De acuerdo con el FMI, la dinámica de la economía estadounidense empujará a la de México a crecer en 2.5 por ciento para 2019.

Otros frentes positivos para México es la firma del Acuerdo Transpacífico de Comercio (TPP) y el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, los dos con buenas probabilidades de firmarse en la primera mitad del año.