Un ejemplo de la demagogia populista de AMLO

 

Las promesas siempre son atractivas


En Pachuca, Hidalgo, el 9 de enero de 2012, el entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador ofreció: “cien por ciento de inscripción a todos los jóvenes que quieren estudiar en las universidades públicas…”.

¿Si el entonces perredista hubiera ganado la elección de 2012, cuánto le hubiera costado al país pagarles sus estudios a los 1.8 millones de jóvenes que durante su sexenio hubieran ingresado automáticamente a alguna universidad pública?

En enero de 2012 en el sitio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) www.estadistica.unam.mx/ series_inst/index.php podía leerse que, en 2011, el gasto por cada uno de sus alumnos de educación superior (licenciatura y posgrado) fue de 58,894 pesos, mientras que el costo por cada estudiante de educación media superior (propedéutico de música, bachillerato y técnico) fue de 34,393 pesos. En promedio el costo fue de 50,324 pesos, siete por ciento más que en 2010.

Si tomamos en cuenta el gasto promedio por estudiante de la UNAM para calcular lo que en el periodo 2013-2018 hubiera costado financiar el ambicioso programa lopezobradorista, tenemos que el gasto anual en el proyecto, durante lo que hubiera sido su primer año de gobierno, 2013, ascendería a casi 17,300 millones de pesos.

En 2014, ya con los 300,000 estudiantes del primer año más los 300,000 de nuevo ingreso, el gasto sería de poco más de 36,900 millones. En 2015 serían 900,000 alumnos y el gasto llegaría a casi 59,400 millones. En 2016, con 1.2 millones de estudiantes, el gasto ascendería a casi 84,700 millones. En 2017, con 1.5 millones de alumnos en las universidades públicas del país, el gasto sería de poco más de 113,200 millones. Finalmente, en el último año de su sexenio, AMLO gastaría poco más de 121,200 millones de pesos. En suma, en caso de que AMLO fuera el actual presidente, su gobierno ya hubiera gastado 307,000 millones para pagarles sus estudios a millones de estudiantes.

Los gastos anotados arriba toman en cuenta que ningún alumno reprobaría de año, igual que lo que sucede en la inservible Universidad de la Ciudad de México, que se fundó cuando el tabasqueño fue jefe de Gobierno del DF, y que cada año se registró un aumento del siete por ciento en el gasto por alumno.

En total, durante el periodo 2013-18, el gobierno lopezobradorista hubiera gastado casi 432,900 millones de pesos para financiar su plan de “cien por ciento inscripción a todos los jóvenes que quieren estudiar en universidades públicas”. ¡Ah!, y según él, habrá trabajo para todos al terminar sus estudios.

En 2012, al ser cuestionado sobre cómo se financiaría la educación de millones de universitarios, AMLO se limitaba a decir que la austeridad republicana generaría los recursos necesarios.

Las promesas de un demagogo populista siempre son atractivas. El problema es que generalmente no son viables.

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