Urge Agencia de Seguridad Vial

 

Especialistas independientes urgen un nuevo marco regulador de movilidad y seguridad vial


Un autobús de pasajeros, una pipa que transporta gasolina y un BMW. ¿Qué tienen en común? Más allá de las implicaciones en los choques del Jueves Santo y el de Reforma, estas unidades son parte de los “tipos” de vehículos que circulan por el país: automóvil, camión ligero, camión pesado, tractocamión y autobús integral. Son 30 millones, regulados de manera local y federal, junto con sus conductores. Pero si hay reglas ¿por qué, sólo esos dos siniestros, cobraron la vida de 30 personas? ¿Por qué cada año –promedio–, los percances viales matan a 24 mil en, no menos de 2.4 millones de “hechos” que involucran además a motociclistas, ciclistas y peatones.

Ellos aportan más de 50 por ciento de las víctimas. El costo para el país es de entre 1.4 y 1.7 puntos porcentuales del PIB, sin incluir las cifras multimillonarias por invalidez, pensiones y gastos de los “no asegurados” que corren por su cuenta, según la AMIS. Especialistas independientes urgen un nuevo marco regulador de movilidad y seguridad vial, posible sólo con la creación de figuras como una Agencia Nacional de Seguridad Vial que dé: vigilancia y control policial, que incida en la legislación y la infraestructura, que homologue –en todo el país– el sistema de acreditación de conductores y certificación de vehículos, que trabaje en la promoción y participación social, que genere un banco de datos y que coordine el intercambio de información, incluso hospitalaria. Algunas naciones en América y Europa ya la tienen o están trabajando en la creación de esta figura. Pero en México ni se asoma. Y como el león no es komo lo pintan, dejando el “sospechosísmo” sobre las armadoras, el tema es de voluntad política, y esa, no la ha tenido nuestro Congreso de la Unión.