Urge cuidar el medio ambiente

Por KENIA LÓPEZ RABADÁN*

Como cada 5 de junio, se conmemoró el “Día Mundial del Medio Ambiente”, fecha que busca fomentar la conciencia y la acción global a favor de la protección ambiental, con acciones ante la denominada “triple crisis planetaria”: calentamiento global, pérdida de biodiversidad y contaminación.

La declaratoria de esta conmemoración por parte de la Organización de las Naciones Unidas, cumplió 50 años este 2023, y su importancia radica en invitar a la reflexión sobre las acciones que hay que tomar para cuidar la naturaleza.

El medio ambiente, comprendido como el entorno en el cual vivimos, nos desarrollamos y del cual dependemos para nuestra supervivencia, es también hogar de una amplia variedad de seres vivos, además de proporcionarnos las materias primas necesarias para nuestra subsistencia y desarrollo.

Sin embargo, en los últimos años, hemos sido testigos de cómo nuestras acciones han impactado negativamente a nuestro entorno natural. La degradación ambiental, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad son solo algunas de las consecuencias de nuestra falta de cuidado hacia el medio ambiente. Por tanto, es de vital importancia que se tomen medidas urgentes que efectivamente logren proteger y preservar la naturaleza.

El medio ambiente nos proporciona una amplia gama de recursos naturales, los cuales son esenciales para nuestra supervivencia. En nuestro país la explotación irresponsable y desmedida, consecuencia en muchos de los casos de actos de corrupción, ha acarreado escasez de muchos de ellos. El más claro ejemplo es la Ciudad de México, donde los capitalinos sufren de falta constante de agua en muchas zonas y colonias, lo que genera múltiples problemáticas en nuestra ciudad.

En ese tenor, es importante visibilizar que todas las especies, ya sean plantas, animales y hasta microorganismos, desempeñan un rol fundamental en el equilibrio de los ecosistemas. No obstante, la actividad humana, como la deforestación, la contaminación, ha llevado a la pérdida acelerada de biodiversidad, como el delicado caso de la muerte masiva de aves y abejas. Esto acarrea pérdidas significativas, ya que afecta la estabilidad ambiental y disminuye nuestra capacidad para adaptarnos a los cambios climáticos.

Es fundamental preservar la biodiversidad, proteger los hábitats naturales de las especies, promover la conservación de especies en peligro de extinción, como la vaquita marina y fomentar -desde la implementación de políticas públicas-, prácticas sostenibles que no dañen nuestro ecosistema.

Por ello, es esencial que, desde los tres poderes del Estado, así como desde los tres órdenes de gobierno se planifique e implementen políticas públicas ambientales que promuevan fuentes de energía renovables, además de la explotación responsable y sostenible de nuestros recursos, porque al procurar nuestro entorno natural, reducimos la exposición a contaminantes y promovemos un medio ambiente más saludable para todas y todos, así como para las futuras generaciones.

*Senadora / presidenta de la Comisión de Derechos Humanos

RGH