Viento en popa

Vladimir Galeana Publicado el
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Sin lugar a dudas Andrés Manuel López Obrador está viviendo los mejores tiempos de su vida política. Hasta ahora todo ha sido mi el sobre hojuelas, satisfacciones personales, grupales, y una muestra de lo que pudiera convertirse en pesadilla para muchos hombres y mujeres dedicados a la generación de riqueza. El retiro de importantes cantidades en la inversión productiva para satisfacer las predicas populistas vertidas en campaña, sin lugar a dudas se convertirán en una horrible pesadilla al paso del tiempo.

Lo primero que hay que decir es que nunca hay dinero suficiente y que alcance para todos los proyectos que se tienen en mente, y que en una estrategia populista se convierten en indispensables para mantener la generosidad gubernamental y del bien amado “”camarada lider” en el imaginario popular con arengas reivindicatorias para los olvidados y desprotegidos, y advertencias graves de incautación al capital que se ha acumulado durante generaciones con estrategias mal habidas y disponiendo de la riqueza que es del pueblo bueno.

Hasta ahora las huestes sociales de Andrés Manuel López Obrador han seguido al pie de la letra el manual de comportamientos que se han ensayado en los gobiernos populistas del cono sur del Continente Americano, lo mismo que hacen aquellos que fueron incluidos en las listas de legisladores para adecuar el marco normativo a los deseos de quién pontifica todos los días impartiendo lecciones de moral republicana y fustiga a quienes han decidido no plegarse a sus deseos de grandeza histórica.

El problema es que por mucho que se diga, el dinero regalado nunca alcanzará para sacar de la ignominia a la mayor parte de la población de este país a menos que se invierta en los sectores productivos. Qué bueno que se están generando nuevos derechos para las clases menesterosas, pero tampoco es regalando vacaciones a los destinos turísticos del país como se producirá esa cadena de generación de riqueza que tanta falta le hace al país.

Hasta ahora el señor Presidente López ha seguido puntualmente la estrategia diseñada por Hugo Chávez, la misma que ha empobrecido a los países del cono sur del Continente y algunos gobiernos Centroamericanos gobernados por dictaduras militares surgidas de los procesos del populismo. Insisto, que bueno que las clases menesterosas reciban apoyos gubernamentales para paliar su deteriorada forma de vida, pero que malo que sea dilapidando los caudales del Estado que debieran ser asignados a la generación de procesos productivos y de generación de riqueza.

Estupideces como desaparecer gobiernos de los estados o a los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación hablan de la infinita ignorancia y de la miseria personal de quienes en sus ansias de quedar bien con el “Amado Camarada Lider” estan dispuestos a romper no tan solo con el orden jurídico del país, también con ese “”pacto social” que decidimos construir cuando nos hicimos nación independiente. Negros nubarrones están formando los conspicuos miembros relevantes de la “”Cuarta Transformación” que hasta ahora no tiene pies ni cabeza.

Al tiempo. Vladimir.galeana@capitalmedia.mx

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