Atole con el dedo

 

En cualquier momento se puede encender la mecha de la inconformidad social


Hasta ahora las negociaciones entre el Gobierno Federal y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación se han llevado a cabo sin sobresaltos.

Pero los mexicanos, quienes estamos en el centro del conflicto, o al menos así debieran considerarnos ambas partes, seguimos sin saber qué es lo que platican, cuáles son los acuerdos a los que están llegando y en qué nos benefician o nos perjudican.

En lo personal tengo la percepción de que hasta ahora es el bando magisterial quien le está viendo la cara a los representantes gubernamentales, porque mientras se sientan y platican, dialogan, exigen y llegan a acuerdos, los maestros siguen adelante con su tarea de desestabilización en la mayor parte de los estados donde tienen fortaleza.

En Michoacán, Silvano Aureoles tuvo que mandar a buscar a los maestros en sus domicilios para que reciban su paga, porque los disidentes se robaron los cheques y las nóminas. En cualquier lugar eso es un delito, pero allá no. En Oaxaca tienen paralizada la actividad económica porque tomaron carreteras e instalaciones. En cualquier lugar eso es un delito, pero allá no. En Chiapas aparte de carreteras e instalaciones, tomaron los puentes internacionales paralizando el flujo comercial con Guatemala. En cualquier lugar eso es un delito, pero en Chiapas no.

En Canadá el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que su gobierno no caerá en una provocación ante los actos de los integrantes de la  CNTE, pero que no puede haber negociación acerca de la derogación de las reformas constitucionales. El  problema es que los liderazgos de la CNTE no negociarán nada que no sea la  derogación de las reformas constitucionales y eso no puede concederse porque entonces el Estado estaría supeditado a los caprichos de la disidencia magisterial.

Lo que no han querido entender los “negociadores” de la Secretaría de Gobernación es que mientras ellos platican con los disidentes, en cualquier momento se puede encender la mecha de la inconformidad social y la gente comience a tomar justicia por su propia mano. No basta el diálogo, porque ellos alargarán el conflicto por tiempo indefinido y saben que quien pierde es el Gobierno Federal y tienen toda la razón. ¿Lo entenderán del otro lado? Quizá tengan que presentarse los primeros enfrentamientos entre pobladores para que reaccionen y entiendan que hasta ahora solamente han provocado incertidumbre y una brutal violación de los derechos humanos.

Al tiempo.

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