Volver al pasado

 

Cuando veo a Castañeda como jefe de estrategia de Anaya, así como alguna vez intentó hacerlo con la campaña de Fox, me pregunto, ¿qué ha cambiado en los últimos años? ¿Son los mismos?


Y fue en 1997 tras la “sana distancia”, mencionada por Ernesto Zedillo, entre el PRI –el partido en el poder– y el propio gobierno, cuando el tricolor por primera vez en su historia perdía la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados.

En 1994 un grupo de intelectuales, pensadores y políticos crearon el llamado grupo San Ángel para impulsar un cambio pacífico de régimen. Ellos hablaban de un cambio en la presidencia, pero cada que hablamos de ese cambio en este país hay que entenderlo como un cambio de régimen.

¿Quiénes estuvieron ahí? Jorge Castañeda, Adolfo Aguilar Zínser, Elba Esther Gordillo, Santiago Creel y un grupo de intelectuales. Y no eran los mismos que apoyaron la denuncia de Corral, ni los mismos que firmaron el manifiesto contra el uso de la PGR para perseguir a Anaya; pero más de uno sí ha seguido en lo mismo.

En este momento, será por la edad que tengo o por los años que me faltan, que cuando veo el actual panorama político mexicano, me acuerdo del pasado.

Y es que el pasado decía que no teníamos un gobierno confiable y que el futuro de nuestros niños y la esperanza de nuestros mayores estaría en manos del cambio de régimen.

En aquel tiempo aún estábamos muy lejos de pertenecer al ranking para ser considerados como una lacra corrupta a nivel internacional. En aquel tiempo la violencia que nos preocupaba era la que nos asaltaría en una esquina, y no es que eso tuviera menos importancia que la guerra civil en la que ahora vivimos, pero sí eran circunstancias de magnitudes muy diferentes.

Ahora, cuando veo todos los movimientos, cuando veo a Castañeda como jefe de estrategia de Anaya, así como alguna vez intentó hacerlo con la campaña de Fox, me pregunto, ¿qué ha cambiado en los últimos años? ¿Son los mismos?

Porque si bien el bipartidismo mantuvo a salvo la estabilidad social en tantos países –muchos de ellos modelos de democracia–, ahora eso se ha ido esfumando y con las emociones de las redes sociales vivimos en estructuras socio-políticas muy diferentes.

Lo que me preocupa es la repetición de unos nombres y unos sistemas, porque no es posible que a estas alturas para cambiar a México se tenga que volver al grupo San Ángel. No es posible que la nación no tenga memoria, porque gran parte de ellos tuvieron su oportunidad, fueron secretarios, tuvieron poder y encarnaron la posibilidad de cambiar al país, y usted estará de acuerdo conmigo en que las cosas han cambiado poco. ¿Entonces?

Entonces tendremos que acostumbrarnos a ser más exigentes y pedirles a esos personajes que cuando nos hablen de pesadillas y nos aseguren que el señor del costal va a venir por todos nosotros, hay que recordarles que a fin de cuentas ellos también tuvieron su costal.