Voto bendito

Si son al menos 77 millones de católicos y si el mensaje a ese sector de la población es el de que el país se encuentra a un paso de ser un Estado fallido, el voto de los indecisos católicos puede dar un giro en las papeletas.
Israel Mendoza Publicado el
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Voto bendito

Por Israel Mendoza Pérez

@imendozape

La cuatroté tensó la relación con la Iglesia Católica, al grado de dejar un frente abierto con un poder fáctico capaz de incidir en la elección con el voto de los indecisos, ya que los más de 77 millones de fieles católicos se encuentran receptivos como al reciente mensaje enviado por la Conferencia del Episcopado Mexicano al pedir a políticos evitar fraudes y trampas.

En este momento, hay más de 15 mil sacerdotes en el país, los cuales se suman al llamado a los partidos políticos demostrar su talante democrático y su civilidad y evitar la tentación, presente todavía, de moverse al margen de la ley y de la ética política mínima, que dan soporte a la seriedad de sus propuestas.

El mensaje es a los partidos integrantes de la cuatroté, ya que son los partidos con los que menos acercamiento hubo en este sexenio y fue el presidente López Obrador quien inició la confrontación, ya que la expresión “hipócritas” fue lo menos que se llevaron los sacerdotes al señalar que la estrategia de “abrazos y no balazos” fracasó en el país desde 2022. 

En su momento, Ramón Castro, obispo de Cuernavaca, y fuerte aspirante a la presidencia de la CEM para el periodo 2024-2027, soltó en su momento: “abrazos, no balazos” es demagogia y, hasta cierto punto, complicidad”.

La forma es fondo y la cuatroté marcó distancia con la iglesia católica durante cinco años. La interlocución institucional fue nimia y las confrontaciones recurrentes. Ahora, el llamado a votar es libre, pero la diferencia es marcada con el partido en el poder.

Voto bendito

Tras el asesinato de los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, el Presidente endureció su posición y distorsionó el mensaje, mientras se le pidió una revisión a su plan de seguridad, López Obrador propaló la idea de que la Iglesia demandó un cambio. La fractura se ensanchó.

Otro caso que se suma a esa confrontación es posición del Arzobispo de León Guanajuato, Alfonso Cortés pidió no sufragar por Morena por estar a favor del aborto.

Y es que parece que el cinturón religioso del bajío integrado por la Arquidiócesis de León, Irapuato, Celaya y Querétaro, se convirtió en la punta de lanza para encontrarse a ocho días de la elección con una iglesia activa que pide orar por la paz y la reflexión del voto. 

Sin embargo, López Obrador con los ataques sistemáticos a la jerarquía católica provocó una situación de tensión. A final de cuentas la Iglesia Católica es un sector desplazado por los intereses de los grupos evangélicos que son abiertamente simpatizantes del obradorismo. Aunque también son un sector ultraconservador.

Si son al menos 77 millones de católicos y si el mensaje a ese sector de la población es el de que el país se encuentra a un paso de ser un Estado fallido, el voto de los indecisos católicos puede dar un giro en las papeletas.

Esa es la parte en donde la iglesia juega un lugar político. Si bien no es su papel político y mantiene una marcada independencia hacia algún candidato, las señales y mensajes quedan al descubierto al abrir un espacio para los candidatos y tener, solo la confirmación de los abanderados de la oposición. 

RGH

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