¿Y ahora qué?

 

Las relaciones de Norteamérica con los países asiáticos y europeos van a cambiar


ENTRADA.- De que vienen cambios para Estados Unidos, vienen; que las relaciones de Norteamérica con los países asiáticos y europeos van a cambiar, no hay duda; que la política de los vecinos con nosotros y los países latinoamericanos será ahora muy diferente, tampoco cabe duda.

Si nos atenemos al limitado y pobre programa de gobierno que Donald Trump propuso a sus electores, quedó claro que el empresario millonario si es un peligro para su propio país como para el mundo en general.

SOPA.- Otra  muestra de la decadencia norteamericana fue la votación de millones de mujeres que sufragaron en favor del acosador sexual, del torpe machista que las insultó, denigró y sobajó durante toda su campaña.

También sabemos ahora que no es solamente Trump quien quiere construir un gran muro fronterizo, también lo quieren millones de norteamericanos que votaron el pasado martes.

PLATO FUERTE.- El triunfo de Donald puso en estado de pánico a todos los mercados financieros del mundo, desde México hasta Japón pasando por Asia y Europa.

He aquí algunas de sus ocurrencias: Destruir el sistema de libre comercio y la integración económica global; desmantelar los tratados de libre comercio que EU tiene firmados especialmente con México; castigar a las empresas norteamericanas que inviertan en el extranjero; desaparecer a la  OTAN, alianza militar que mantuvo por décadas la paz en Europa.

POSTRE.- En todo este laberíntico caos poco o nada podemos hacer los mexicanos, aunque si existen algunas áreas donde podríamos hacer algunas acciones efectivas en defensa de nuestra economía y del país, tales como: no ir a gastar nuestro dinero a Estados Unidos especialmente en sus comercios fronterizos, esto los haría caer en una severa crisis regional de tipo comercial.

DIGESTIVO.- Si, no obstante el trato vejatorio que nos dan los gringos seguimos gastando nuestro dinero en sus negocios y servicios es que somos uno de los pueblos más estúpidos y agachones del planeta y merecedores de todos los males que nos aquejan.

Como dijo el presidente Barack Obama el martes por la noche:

“No importa lo que pase, mañana saldrá el Sol”.

Esperamos que así sea.