¿Y quién los va a cuidar?

 

A medida que se acerca el 1 de diciembre de 2018, las órdenes de Andrés Manuel fluyen en algo que para nadie es ajeno. Desde el 2 de julio comenzó a mover fichas y a tomar decisiones, como si ya fuera el presidente Constitucional. Las hojas del calendario, como en vieja película mexicana, vuelan mientras […]


A medida que se acerca el 1 de diciembre de 2018, las órdenes de Andrés Manuel fluyen en algo que para nadie es ajeno. Desde el 2 de julio comenzó a mover fichas y a tomar decisiones, como si ya fuera el presidente Constitucional.

Las hojas del calendario, como en vieja película mexicana, vuelan mientras que en las cámaras de Diputados y de Senadores, hay escenas de encuentros o enconos, pifias de Dolores Padierna y luchas sórdidas entre Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado, por la permanencia o salida de Oscar Argüelles de la Dirección de comunicación Social y de su administrador del área Raúl Márquez, que finalmente salieron de San Lázaro, dejando en un misterio, el jugoso negocio de tantos meses en las producciones del Canal Legislativo y sus contrataciones, o el extrañamiento del propio Mario Delgado a Dolores Padierna que se hizo cargo de la Mesa de la Cámara no con buena suerte.

Por otra parte la escritora Margo Glantz declina hacerse cargo del Fondo de Cultura Económica y Paco Ignacio Taibio II no acepta “en tanto no hable con Andrés Manuel”, el tiempo sigue corriendo.

Mas allá de bodas que insultan a los pobres y que sale hasta en la portada de Hola, o de rumores de romance en Tepic y Tabasco, la cercanía del gran momento de la asunción del tabasqueño a la Presidencia de la República, ya confirmaron su asistencia hasta hoy, seis presidentes.

En representación de Donald Trump, viene el vicepresidente Mike Pence, y junto con otros dignatarios, se va conformando la lista de esos distinguidos invitados que coordina el canciller virtual, Marcelo Ebrard Casaubón.

Sin embargo, luego de más de siete décadas de eventos y visitas especiales, surge la gran pregunta sobre la seguridad desde el nuevo presidente de México, hasta del último visitante extranjero. Si bien, López Obrador puede disponer de hasta 140 millones de pesos para su transición, más que recursos económicos, surge la gran pregunta. Quién se va a hacer cargo de logística de recepción.

Cuáles serán las rutas de emergencia, cómo se establecerá la llegada al Auditorio Nacional. Cómo se moverán las columnas de vehículos con autobuses para senadores y diputados federales o a la Asamblea Legislativa, invitados especiales, medios de comunicación.

Todo lo anterior debido a la desaparición del Estado Mayor Presidencial que entre muchas responsabilidades es la de dar seguridad a visitantes distinguidos y desde luego al Jefe de las Fuerzas Armadas en que se convertirá AMLO.

Nadie toca el tema. Serán Gacelas, o los 20 de la ayudantía, las custodias, serán los cuerpos de seguridad de cada visitante los que vendrán a dar órdenes a la policía uniformada.

Falta mucho por saber y falta mas por ver. Entre lo que se ha dicho y lo que se hará. Pero no hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla.

@sanchezcarrillo.tv