Acabó 2022

Acabó 2022
 

Ahora mismo, prosigo con la explicación, vas a tiendas departamentales o de autoservicio y ya están los arbolitos de “navida”, ya hay un buen de esferas y adornos para esas fechas.


El Pico del Pollo |

Por: Alfredo Albíter Sánchez

Ni a la primera quincena de octubre llegamos y ya voy con que se acabó el año. Lo que me gané con ello fue un eres muy, muy exagerado padre alado, neta no se puede con tu exageración y mira que mi abuelo lo era.

Digo, sí me caló, pero sólo tantito, sobre todo, porque ni oportunidad se dio para escuchar mi teoría. Bueno, no lo hizo hasta que lo amenacé con retirar permisos de fin de semana. Entonces se sentó cómodamente en la sala y se dispuso a escucharme.

¡Órale viejo venga! No sabes cómo me acordé de mi padrecito lindo, creo que también se la apliqué así…Bueno, el chiste es que mi teoría tiene como base el actuar de muchos -conste no todos- burócratas, cuyo año termina una vez que se brincan los días de muertos.

Pasan las festividades de los fieles difuntos y a otra cosa, porque todas las labores funcionan al 50 por ciento -me refiero a los gobiernos- o menos, si la ocasión lo amerita.

Ya ni digas al concluir el aniversario de la Revolución, ahí oficialmente sin memorándum de por medio, la cortina se baja a la mitad…

Ahora mismo, prosigo con la explicación, vas a tiendas departamentales o de autoservicio y ya están los arbolitos de “navida”, ya hay un buen de esferas y adornos para esas fechas.

Puede que encuentres a Santa en bermudas -cortos- pero ya anda dando el rol para dar tiempo suficiente a que los niños piensen muy bien lo que pedirán de regalo.

Por eso digo, este año no será de doce meses. Y pues ya. Híjole me dijo el Pollo Jr., creo tienes razón, pero te falta un tema.

La elección, el próximo año, se renueva la gubernatura y aunque hasta enero inicia el año electoral, como dices, más de cinco querrán adelantar el reloj.

Ya veremos pues, mientras, hay que aprovechar para adelantar lo que se pueda, así no estaremos sufriendo con los nervios y la desesperación en esas fechas. Más porque se pegará con el proceso para elegir nuevo gobernador o gobernadora.

La rabadilla del Pollo

Pollos en el tejado me dicen, son decenas de vehículos los que entran y salen de talleres oficiales y no, tratando de encontrar cuál es el problema, la falla o qué pasa para el mal funcionamiento de las unidades.

El tema es que se trata de “coches” último modelo o recientes y pues no, el tema no está en las piezas, en el ensamble o que le hagan “brujería” al “patas de hule”, el broncón inicia con las gasolinas, la combinación que se hace de los combustibles y la mala calidad de otros…

Por supuesto, que cada franquicia defenderá su producto y hasta se atreverán a anunciar los aditivan para hacerlos -más digeribles- pero pues resulta, justo ahí está la bronca…

No son buenas noticias para propietarios, difícilmente a alguien le remorderá la confianza y dirá “vale, nosotros pagamos la reparación, pues es nuestra responsabilidad”…

De decenas, pasarán a cientos de vehículos y propietarios afectados. Ya hablaremos más de ello…

Aunque el INEGI, diga lo contrario.

Por hoy, cierro pico. Shalom.

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