Cónclaves partidarios

 

En esta ocasión dejaremos de lado a las estirpes partidistas, esas y esos cuyo sólo apellido les avanza tres escalones frente a quienes no son poseedores de ese linaje.


El Pico del Pollo |

Hay algunas cosas que muy difícilmente van a cambiar, sufrir modificaciones de fondo o dejarán de usarse. Son muchas cosas que están en juego; la permanencia, la poca o mucha credibilidad y la imagen, aunque esta última cosa sea muy cuestionable.

 

No le doy más vueltas al tema, pues a lo que me voy a referir es justamente a formas utilizadas en épocas electorales, vaya, en los momentos previos a las elecciones y que justamente son los tiempos para definir quiénes serán sus abanderados y aquellos y aquellas cuyo chance se queda para otra ocasión…

 

Las escaramuzas previas, esas en donde muchas veces se pierden los estilos y las formas, se llevan a cabo casi en secreto, en un lugar específico, regularmente limitado a los “palomeados” y otros que recibirán un, “no es el momento para ti, pero en la siguiente podría ser, así es que nuestra sugerencia es la disciplina y que te sumes al proyecto de fulano o fulana de tal”.

 

¿Así de seco? Así mero, aunque no en todos los casos pero en la mayoría sí se hace uso del recurso directo y seco para frenar las ansias de novillero o novillera, vaya para que los reclamos, pensados o no, aconsejados por la frustración o no, se vayan hacia el lado de la suma de fuerzas con quien salió victorioso de esa etapa. Y hay más, por supuesto que sí.

 

En esta ocasión dejaremos de lado a las estirpes partidistas, esas y esos cuyo sólo apellido les avanza tres escalones frente a quienes no son poseedores de ese linaje. De acuerdo pues, entonces los acuerdos, se dan en varias etapas, pero una de ellas es la del desgaste. No es lo mismo para unos que para otros, aun cuando se diga que el piso es parejo para todos.

 

Como dirían los clásicos, hay unos más parejos que otros. Así llega uno de los momentos estelares, el “cara a cara”, “uno a uno”, “mano a mano”, ahí están el que quiere, el que puede, el que gana pase lo que pase, el ungido y el de la negociación…Puede ser que no salgan lesionados y los acuerdos sean tersos, pero también es factible un rompimiento cuyo fin sea la “inminente” salida de uno o una de ellas.

 

Si la Ley de Murphy no falla, será quien, de última hora, se enrole en otro partido y termine por ser el ganador. Los otros a esperar y negociar para la que viene. Perdiendo también se gana, bueno para quien sabe hacerlo.

La rabadilla del Pollo

Pollos en el tejado me dicen que algunos adelantados y otros que ya están tomando previsiones para la cruda de diciembre por el coronavirus, ve en el endeudamiento la posibilidad de salir, sin complicaciones, de los compromisos que significan el pago de aguinaldos, primas vacacionales y las quincenas que se deben dar en diciembre. Pensar que con la recaudación y demás se puede cumplir con la obligación es irrisorio. ¿Qué dirán en la Legislatura?…Shalom.

 

Por: Alfredo Albíter Sánchez

Mi correo es: alfredo.albiter@capitalmedia.mx