Cruzar la línea

Alfredo Albíter Sánchez Publicado el
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El Pico del Pollo |

Al igual que otras cosas “cruzar la línea” tendrá varios significados, dependerá de lo que cada uno quiera entender. Hay quienes han decidido cruzar la línea para abordar temas y temores que durante años los mantenían atados a algo, (actividad, relación, etc.) que ya no les llenaba. La decisión fue para bien y terminaron por empoderarse. Otra de las interpretaciones es aquella de quienes decidieron cruzar la línea para mal y se fueron al lado equivocado (delincuencia, drogas, etc.), los finales, por lo menos de lo que sabemos, en la mayoría de las ocasiones no terminan bien, eso es lo que registra la historia…

 

 

Sin embargo, el comentario, por lo menos en esta ocasión, nos lleva a comportamientos domésticos y foráneos, lo que las abuelas dirían “son oscuridad de su casa y candil de la calle”. Tiene que ver con idiosincracia, educación, forma de ser y respeto a la legalidad, a la autoridad, para ser más precisos…Viajan a otras partes del mundo, principalmente a Estados Unidos, y respetar reglas de convivencia es hasta motivo de orgullo de plática para presumir no la visita, sino el “allá las cosas no son como aquí, si no respetas las reglas te haces acreedor a una multa y nada de que te la perdonen”.

 

 

Si no te cruzas por la esquina, respetando las líneas peatonales y los semáforos, un agente de la Ley te puede llamar la atención y hasta arrestar. Conozco de personas que las han regresado por una falta de esas. Deberíamos ser como ellos. Y mientras dicen esto, predican con el ejemplo y se atraviesan la calle justo a la mitad. Bueno, al fin aquí sí se puede, no hay quien te llame la atención.

 

 

Ya estamos en México, seguramente dirán con descanso en el alma. ¿Qué tal el deporte toluqueño de estacionarnos justo donde está prohibido? Un minuto oficial, no me tardo nada, sólo voy a comprar unas cosas aquí enfrente. Uy, ni pensar en que el uniformado o la uniformada amaguen con la multa, porque sale el influyente de clóset. Se invoca desde el mismísimo gobernador hasta terminar con el comandante de la región que es primo del hermano del que es cuñado del que abre la puerta en palacio y vive como a cinco cuadras de nuestra casa…Shalom.

 

Por: Alfredo Albíter Sánchez

Mi correo es: alfredo.albiter@capitalmedia.mx

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