Decisiones y calamidades

De Oficio Reportero |

POR: RAUL SANCHEZ CARRILLO

La racha de desastres naturales principalmente en Tabasco y en Chiapas, ya que en Veracruz no ha sido tan grave, ha dejado una estela de destrucción material, de frustración y rabia entre los tabasqueños de municipios localizados en las partes bajas de la tierra de AMLO ante los azotes de lluvia, vientos de huracanes y una muy débil ayuda ante la emergencia.

Y si bien ante la naturaleza solo se puede prevenir y que ya quedaron en el pasado los cifras de muertos ante los meteoros que dejan inundaciones, ahora la intensidad aumentada de los mismos temporales dejan destrucción a su paso y desbordamientos de ríos que reciben, como en todo el estado, cantidades de metros cúbicos de agua sin registros anteriores. La desgracia que aumenta es situación, fue la decisión de cerrar un compuerta de la presa Peñitas, para evitar que se inundara Villahermosa a cambio de elevar hasta dos metros, los niveles de agua en Nacajuca, Jalpa, ,Macuspana, Frontera y Centla y Comalcalco, entre otros. El Río Samaria descagó en su caudal lo que recibió el desvío de la presa.

Los más pobres, para variar, siguen en el agua. Las lluvias no cesan y la ayuda significativa proviene de le sociedad Civil. Hoy todo es ´´van a ver programas de apoyo a la población.Principalmente comida, medicamentos. Lo material se repondrá  poco a poco. Habra, es la palabra y no es Hay, como cuando estaba vigente el Fonden. Hasta hoy, no se ha visto la tan cantada ayuda directa.

De poco o nada ha servido que el presidente López Obrador, venza el miedo a subirse a un Helicóptero para sobrevolar la zona inundada. De nada que supervise una cocina comunitaria de la Defensa Nacional y que se asome a las enormes ollas de sopa, arroz, guisado y frijoles. De nada.

Tampoco que haga una explicación desde el aire, de lo grave que esta abajo, en tierra bajo el agua. De nada servido que se dirija quién sabe a que población porque nunca se vio a la audiencia de su discurso auxiliador, solo de palabra.

Pero de nueva cuenta la solidaridad  de los tabasqueños y en general de los mexicanos ha comenzado a llenar centros e acopio. De que los primeros camiones con decenas de toneladas de alimentos, pañales, artículos de limpieza y otros de necesidad allá, se estén recibiendo constantemente.

No es posible desconocer que de una crisis económica a la crisis por la Pandemia y de ésta a la crisis por huracanes, no ha dejado de una u otra manera a los mexicanos y sin embargo, ahí esta la ayuda. No por el gobierno. No desde el Gobierno.

Pero en todo esto, no basta pedir que no se hagan reportajes , que se hacen, de la gravedad que viven miles de compatriotas.

Urge ver esa ayuda directa. Urge saber como funciona y si funciona. La gente lleva mas de 14 días en emergencia y por si fuera poco, con la amenaza de cocodrilos y serpientes. De enfermedades gastrointestinales, de chikungunya, dengue y el mismo Coronavirus que tan solo en la capital del país, registra un repunte que ha saturado todos los hospitales públicos y privados. En donde mas claro, no HAY NI UNA CAMA CON VENTILADOR.

Los muertos son más de 600 diariamente y los que de incalificable actitud hicieron bailes en la Zona Rosa o Polanco. Los que no pueden ni respetan la sana distancia y abarrotan los comercios con el Buen Fin, si medir las consecuencias de su imbécil  actitud puede ser su fin, su RIP vamos.

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