Desfalco de militantes

 

Dobleces | En el PRI viven al día. Sin una agenda opositora con dientes y, ahora, con otra denuncia en la que se ve envuelto el dirigente nacional, Alejandro Cárdenas, por el robo de 5,064,615 datos personales. Benjamín Russek de Garay, se ha convertido en el encargado de exhibir las erratas priistas. Y al mismo tiempo en […]


Dobleces |

En el PRI viven al día. Sin una agenda opositora con dientes y, ahora, con otra denuncia en la que se ve envuelto el dirigente nacional, Alejandro Cárdenas, por el robo de 5,064,615 datos personales. Benjamín Russek de Garay, se ha convertido en el encargado de exhibir las erratas priistas. Y al mismo tiempo en quien busca que el priismo retome esa necesidad de institucionalización característica del añoso partido.

De nueva cuenta emprendió una lucha jurídica, por ello promovió un juicio de amparo indirecto contra el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información y Protección de Datos Personales radicado en el juzgado segundo de Distrito en materia Administrativa por el robo de datos personales sustraídos del Registro Federal de Electores, por parte del PRI y el INE.

Y es que la búsqueda de establecer equilibrio de fuerzas al interior del tricolor ya se prolongó. Desde el 11 de agosto del 2019 que se efectuó la elección para elegir al presidente y secretario del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Ruseek fue excluido y desde ese momento recorrió todas las instancias jurídicas para exhibir las fallas incurridas por parte del PRI.

En su denuncia señala que “de conformidad con su convocatoria que para tal efecto promulgaron, es el caso que dicha elección se realizó con un padrón de militantes alterado, derivado de una supuesta validación que efectuó el INE, con fecha 21 de junio del 2019 al padrón de militantes que ascendió según el INE a 6,764,615 militantes, registrados, a solicitud que para tal efecto le formuló el PRI, para poder llevar a cabo su elección interna, con la salvedad de que señalo en su portal el INE:

La validación, Actualización y depuración de los padrones de los militantes de los partidos políticos no los realiza el INE, sino son responsabilidad de los partidos”.

Sin embargo, los datos oficiales muestra que el PRI es uno de los partidos con mayores descalabros en las filas de sus militantes ya que que en 2019 tenía 6 millones 546 mil 560 militantes y a enero de 2020 se redujo a un millón 587 mil 242.

De acuerdo con el documento, en poder de este espacio, el INE está obligado, como organismo autónomo a vigilar y sancionar a los partidos que violen el interés público tutelado por el artículo 41 de la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, los cuales son instituciones para satisfacer el interés de la colectividad y el interés público, el PRI al convertirse en un organismo al servicio de una cúpula, dejó de ser un organismo de interés público.

Y es que hay que recordar que “el padrón que valida el INE es incongruente, ya que apenas en las pasadas elecciones federales el PRI obtuvo 9, 289,853 votos, esto significa que en la elección del 1 de julio del 2018 los votos emitidos a favor del PRI corresponde en un 72% a sus militantes, esto estadísticamente no es posible, ya que solo el 28% de los voto que recibió ese partido corresponde a ciudadanos, no militantes”.

El caso se complica ya que a esta tensión en el PRI se suma que siete partidos políticos con registro nacional han perdido un 70 por ciento de sus afiliados incluido el PRI, según la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE. Y aún así se niega a retomar el camino de oposición responsable.

 

 

Por: ISRAEL MENDOZA PÉREZ

@imendozape