Guardia inconclusa

 

La Guardia Nacional fue creada porque las policías estatales y municipales no cumplen sus funciones. La tarea más fácil para la cuatroté fue usar militares. Sin embargo, no hay un proyecto sólido de crear un cuerpo especializado en las tareas de seguridad.


Dobleces |

Por Israel Mendoza Pérez

@imendozape

El proyecto de militarizar la seguridad pública del país con la Guardia Nacional, como apéndice de la Secretaría de la Defensa Nacional, se vino abajo con los ocho ministros que votaron en contra. Al interior de Palacio Nacional se malinterpretó. Aunque fue una decisión técnica en materia de derecho Constitucional por parte de los integrantes de la Corte, los más cercanos, al presidente Andrés Manuel López Obrador, destacaron la derrota política y maldijeron la victoria jurídica.

La Guardia Nacional es el proyecto inconcluso de la cuatroté y al mismo tiempo, la contradicción del gobierno federal. Este agrupamiento considerado, en la Constitución desde antes de la cuatroté, tenía en su espíritu que fuera una fuerza civil no militar. 

Desde 2019, año en que se creó la Guardia Nacional, Human Rights Watch advirtió al Congreso mexicano los riesgos de la creación de la Guardia Nacional, ya que “la militarización de la Seguridad Pública ha resultado en violaciones generalizadas de Derechos Humanos en México y no ha mejorado, fortalecer a la policía civil y al sistema de justicia, en vez de redoblar la política de militarizar la Seguridad Pública, situación que ha demostrado ser un fracaso total”.

En tanto en el “informe de actividades del 1 de enero al 31 de diciembre de 2018”, la CNDH señaló: “La Guardia Nacional, al estar mayoritariamente conformada por elementos de las Fuerzas Armadas, contraviene lo previsto por los principios que ha sustentado la Constitución, en el sentido de garantizar la primacía y la división de las autoridades civiles sobre las militares, siendo contraria, de igual forma, a recomendaciones y criterios formulados por instancias internacionales en materia de Derechos Humanos”.

A pesar de estos antecedentes y advertencias, el presidente defiende su proyecto de militarización del país y se confronta con la Corte aunque ésta sólo defendió la Constitución. La situación se complica, ya que se ha forzado darle el cariz civil, pero en su propia naturaleza predomina lo militar. Los efectivos que se encuentran en sus filas pertenecieron a las filas castrenses y el mando es militar.

Incluso a este momento, no hay un perfil civil, dentro del gobierno, que pueda encabezar la Guardia Nacional ya que debe tener especialización en seguridad pública, y es que en los hechos, en la actualidad, la seguridad nacional debe proteger a la ciudadanía. Si se suma la carencia de una escuela de la Guardia Nacional se abigarra lo que es la formación militar en tareas de seguridad pública.

A final de cuentas hay una crisis en seguridad interior. La Guardia Nacional fue creada porque las policías estatales y municipales no cumplen sus funciones. La tarea más fácil para la cuatroté fue usar militares. Sin embargo, no hay un proyecto sólido de crear un cuerpo especializado en las tareas de seguridad. Además de que la Guardia tiene vigencia de nueve años para dar resultados. Se ve difícil que se pueda cumplir con el plazo y es un tema de fondo que no porque va en dos pasos, asentar las bases de la seguridad y luego cumplirlas a largo plazo. Pero eso no se verá en este sexenio.

RGH