Independientes e invisibles

Independientes e invisibles
 

El desgaste de la figura independiente también ocurre cuando los representantes del Poder Ejecutivo o Legislativo solicitan su registro ante la autoridad electoral con la mediación de los partidos políticos y después se separan de ellos.


Dobleces |

Israel Mendoza Pérez

@imendozape

La proclividad de los dirigentes de Morena de concentrar el poder político y ahora con la pretensión de monopolizar al electorado a través del desbordamiento de proyectos sociales es uno de los factores por los que no se ha visto con fuerza las manos alzadas de candidatos independientes para los comicios de 2021.

Aunque las candidaturas independientes tienen un valor de cercanía con el electorado joven y sectores críticos al viejo modelo de partidos, en los próximos comicios tendrán enfrente a Morena, el partido en el poder que jugará a la aplanadora. Aunque las postulaciones sin el respaldo partidista representan una herramienta de participación que le permite a los mexicanos elegir y ser elegidos en puestos de representación popular.

Otra de las razones más visibles, para la ausencia de los independientes en las boletas electorales, están los excesivos requisitos exigidos a los participantes, lo que genera inequidad frente a los partidos políticos, así como las diferentes leyes electorales en cada estado pueden mermar la participación de aspirantes sin partido.

En las pasadas elecciones federales de 2018, la participación de Margarita Zavala, de Jaime Rodríguez CalderónArmando Ríos Piter distorsionaron la visión de tener candidatos independientes. De inmediato su pasado partidista obligó a los ciudadanos a ponerlos frente al espejo de los candidatos tradicionales. Se les percibía más como el plan “b” de cada instituto político, que como una alternativa.

Y es que la sobre regulación en los requisitos y la ausencia de un piso parejo entre partidos y aspirantes independientes tanto por número de seguidores como manejo de recursos frena la participación de independientes para 2021.

Los pocos independientes que levanten la mano van a enfrentar a una maquinaria enorme llamada Morena tanto en temas presupuestarios como partidistas, no obstante, no hay que descartar todavía, su papel y su peso en la vida política es muy grande.

Por el momento, se debe revisar el marco legal en el que participan los aspirantes independientes ya que se debe dar un piso parejo frente a los candidatos tradicionales y las estructuras partidistas que cuentan con operadores políticos. Además en este caso, la participación en contiendas locales frente a partidos estatales.

Si las candidaturas independientes logran fortalecerse pueden ser no solo una alternativa, sino un contrapeso en el proceso electoral en 2024. Las candidaturas independientes son invaluables para el sistema democrático y por añadidura legislativo, pero al mismo tiempo nos encontramos con fenómenos tan controversiales como el de El Bronco en Nuevo León. Personajes como él utilizaron esta figura como el medio para un fin para ganar la gubernatura y la rodearon de un discurso demagógico, un vehículo para llegar al poder sin un proyecto concreto.

El desgaste de la figura independiente también ocurre cuando los representantes del Poder Ejecutivo o Legislativo solicitan su registro ante la autoridad electoral con la mediación de los partidos políticos y después se separan de ellos.

Los partidos políticos independientes también son una forma de fortalecer la competencia; sin embargo, esta contienda los frentes partidistas previstos contra Morena jugarán el papel de bloque opositor ya que saben que el partido en el poder se encuentra en el momento cumbre y 2021 será una prueba para todo el sistema políticos tradicional, pero no para los independientes.