La derrota moral de Ackerman

 

López Obrador se convirtió en un férreo defensor del triunfo de Monreal en la gubernatura de Zacatecas.


Dobleces |

La intentona del político John Ackerman de pedir la destitución del coordinador de los senadores morenistas, Ricardo Monreal, por dar una entrevista a su rival mediático Carlos Loret de Mola, se convirtió en su “derrota moral”.

Mientras Ackerman hizo rabieta y disparó fuego amigo, el ex gobernador de Zacatecas hablaba del tema del T-MEC con el Presidente. Ahí están las diferencias. El investigador lanzó un twitter cargado de veneno y el antídoto de Monreal fue certero: “nunca me voy a confrontar con mis compañeras y compañeros del movimiento social que tanto nos costó construir”.

Por lo visto, el propaganditsa de la 4-T, disfrazado de articulista, desconoce la historia más básica de los inicios de la amistad entre Moreal y López Obrador.

Ricardo Monreal es de los personajes más cercanos al primer círculo al presidente Andrés Manuel López Obrador. No es desde que surgió la 4T. El zacatecano inició su amistad en 1998 justo en la época del zedillismo y cuando buscó la gubernatura de Zacatecas. Ambos pelearon ante la amenaza de un fraude electoral en el que se involucraba al entonces subsecretario de gobernación, Emilio Gamboa, como uno de los operadores del sistema.

López Obrador se convirtió en un férreo defensor del triunfo de Monreal en la gubernatura de Zacatecas. Primero al interior del PRD por ser un disidente del tricolor y luego ante los embates externos y acusaciones poco sólidas que incluía un expediente “negro”, por cierto, mal armado. Incluso con una llamada telefónica que el tabasqueño le hizo a Liébano Sáenz, entonces secretario particular de Ernesto Zedillo, evitó un choque con el gobierno Federal. De esta manera Monreal se convirtió en uno de los primeros éxitos electorales provenientes del PRI e impulsado por el ahora Presidente.

Desde ese momento se amarró una de las mancuernas más sólidas para López Obrador. Incluso ya en el gobierno de Zacatecas, Monreal armó un gabinete en el que incluía a Arturo Nahle García, hermano de Rocío Nahle García, la secretaria de Energía. Si estos no son elementos para analizar la existencia de un firme entendimiento, entonces Jonh Ackerman tiene la realidad retorcida y convirtió la confrontación en redes sociales y la intriga burda en su “derrota moral” frente a los senadores de Morena.

John Ackerman, el consorte de la titular de la Secretaría de Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, se ha convertido en la rémora del partido en el poder. Incluso su permanencia en como integrante del Comité Técnico de Evaluación que analiza a los candidatos que aspiran a ocupar uno los cuatro puestos que están vacantes en el Consejo General del INE se ponen en riesgo por su incapacidad de separar sus fobias intrapartidistas y exhibirlas.

Si al interior del partido en el que milita Ackerman actúa bajo la política del manotazo, el berrinche y la prepotencia, lo que le espera al INE es un personaje que se mueve bajo la bipolaridad política y una derrota moral creciente. Veremos.

 

 

Por: Israel Mendoza Pérez

@imendozape