La legislatura que viene

La cuatroté no sólo tuvo una dura prueba en las urnas el pasado 6 de junio, sino que los últimos tres años son de jaloneo intenso para todas las fuerzas políticas, pero el partido en el poder se ha desgastado en exceso. 

La cuatroté no sólo tuvo una dura prueba en las urnas el pasado 6 de junio, sino que los últimos tres años son de jaloneo intenso para todas las fuerzas políticas, pero el partido en el poder se ha desgastado en exceso.


Dobleces |

Israel Mendoza Pérez

@imendozape

La legislatura entrante viene con una alianza parlamentaria en la que ya perfilan los temas relevantes. Evitar la desaparición de organismos autónomos, la discusión del Presupuesto y el nombramiento de tres consejeros electorales en 2023 conforman parte de una agenda de confrontación y los primeros dos periodos ordinarios de sesiones serán intensos, ya que Morena intentará realizar todas las reformas para las que no necesite mayoría calificada para después concentrarse en los cambios constitucionales.

Ignacio Mier, quien se perfila para coordinar a los diputados del partido en el poder en San Lázaro, tiene que mostrar oficio ya que las reformas secundarias y el presupuesto son primordiales ya que durante el primer periodo ordinario de sesiones y hasta el segundo, la coalición en el poder empujará todas sus reformas, después el segundo y tercer año serán más tranquilos por el propio desgaste del poder, así como la agenda de coyuntura que remueve la dinámica de los grupos parlamentarios.

Sin duda, la 65 legislatura estará marcada por la confrontación. Debido a la conformación de la Cámara de Diputados, en la que Morena y sus aliados ya no alcanzan la mayoría calificada (dos terceras partes) para realizar cambios constitucionales, lo mismo que ocurre en el Senado de la República, el partido guinda tendrá que voltear a ver y convencer a legisladores que no son sus aliados. Esto sin contar que, desde Palacio Nacional, la tensión puede aumentar entre los dos poderes.

En tanto, el bloque opositor en la Cámara baja coordinador por el panista Jorge Romero; el priista Rubén Moreira y el perredista Luis Espinosa Cházaro jugarán con el trabajo en bloque en la mayoría de los temas. La polarización y la defensa de la oposición se radicaliza al grado de que sólo unos cuantos temas tengan puntos de coincidencia.

En este punto, Salomón Certorivski, quien se ve como el coordinador de la bancada emecista puede inclinar la balanza solo si el PRD o el PT no jalan con Morena. Para hacer cualquier reforma constitucional Morena está obligado a negociar con la oposición. Y el Partido del Trabajo comenzó a cotizarse más caro frente al partido en el poder. Alberto Anaya, el próximo coordinador parlamentario y dirigente histórico del partido sabe que mientras a su partido no le falten recursos su lealtad está garantizada.

La legislatura que entra el 1 de septiembre tiene la amenaza de entramparse por temas que a final de cuenta son de carácter social como la anhelada recuperación económica, reactivar programas pasados como el Seguro Popular y las Estancias infantiles. El problema es que Morena mantendrá su tema bandera de austeridad republicana y toda gira en torno a un trienio de golpes en el legislativo. La cuatroté no sólo tuvo una dura prueba en las urnas el pasado 6 de junio, sino que los últimos tres años son de jaloneo intenso para todas las fuerzas políticas, pero el partido en el poder se ha desgastado en exceso.