Las magníficas que gobiernan

No hay que dudar de los sacrificios personales y familiares que muchas de estas mujeres realizaron. El hecho de que se hayan hecho para lograr el poder, no les quita mérito; es más, les compromete aún más.
Carlos Herrero Publicado el
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Rompecabezas | 

Acaba de concluir el tercer foro del Women Economic Forum Iberoamérica con el título: Cambio de las reglas del juego: reactivación y sostenibilidad. En este foro, más de 180 conferencistas y con picos de 450,000 reproducciones de algunas conferencias, se reflexionó y potenció el rol de la mujer en la reactivación económica. Desde luego, no desde el punto de vista de la sorpresa, sino de la constatación de datos.

Estamos sorprendidos de algo que hemos vivido por generaciones, pero que no siempre resaltamos: la fuerza de la mujer para ser motor de la economía, o como madre de familia, o como consejera de la familia, o como proveedora, o como profesional o como en cualquiera de las facetas que puede desarrollar.

Nos llama la atención que tengamos 6 nuevas gobernadoras: Baja California, Colima, Chihuahua, Campeche, Tlaxcala, Guerrero y la jefa de gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum. Pero la realidad es que esto debería sorprendente para los tlaxcaltecas que ayudaron a Hernán Cortés a conquistar Tenochtitlán, no a los mexicanos del siglo XXI.

En muchos artículos he hablado de las 7 magníficas que gobiernan países prósperos con inteligencia, eficiencia, inclusión y sostenibilidad. Me refiero a Angela Merkel (Alemania), Mette Frederiksen (Dinamarca), Katrin Jakobsdottir (Islandia) Sanna Marin (Finlandia), Jacinda Ardem (Nueva Zelanda), Ema Soldberg (Noruega) y Thai Ing Wen (Singapur). En ninguno de estos países, que yo sepa, se admiran de que sean mujeres. En todo caso la admiración viene por sus excelentes resultados políticos, económicos y de salud.

El otro gran caso de estudio es la victoria por mayoría de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, apreciada por votantes de izquierda y de derecha, siendo ella de centro derecha por su adecuada gestión de la salud y de la economía en la capital de España y sus alrededores.

Aquí nos seguimos admirando y está bien. ¿Por qué? Porque hemos avanzado muy poco respecto a las 20 primeras economías del mundo en la inclusión de las mujeres en el ámbito político, social, económico y empresarial. El resultado de que tengamos 7 mujeres en gobiernos estatales y en la Ciudad de México, sólo puede redundar en lograr estados que crezcan de manera sostenible. El ser mujer no asegura nada, también es verdad. Y sólo en este sentido, lo importante es que consoliden la responsabilidad para la que han sido elegidos por la población.

Muchas mujeres rechazaban la candidatura de Margarita Zavala, que dividió al PAN de manera inconsistente, no por ser buena o mala política, sino por ser mujer. Este país no está preparado para ser gobernado por mujeres decían muchas de ellas, en un arrebato se supone, de envidia, desconfianza y malas costumbres.

El año 2021 se presenta como un año de postpandemia o postguerra, si bien todavía seguimos en México con graves problemas de salud. Para los veteranos de guerra y las personas que han estado inmersas en guerras civiles como mis padres y abuelos, lo difícil no fue sólo ver caer las bombas, los fusilamientos y las purgas, sino el hambre, la penuria y las calamidades posteriores. Este año está resultando difícil en todos los sentidos, pero tenemos que caminar hacia una reactivación sostenible.

Hay siete magníficas que presiden países de primer nivel y siete magníficas que gobernarán estados y la Ciudad de México. Sobre ellas están puestas las ilusiones de todos los ciudadanos, pero especialmente de las mujeres. Todos queremos ver que las mujeres pueden transformar estados completos.

Y a la par que ellas hay muchísimas mujeres alcaldesas que tienen retos enormes en poblaciones con muchos retos: Huixquilucan, Isla Mujeres, Cancún, Colima, León, Irapuato y nueve alcaldías de la Ciudad de México.

Llegar a esos puestos de elección popular en unas elecciones tan apretadas y complicadas como las que se acaban de dar en México no es un dato menor. Tras bambalinas hay campañas políticas extenuantes en las que se triunfa con las ideas y los hechos más allá de las consabidas dádivas del momento. No hay que dudar de los sacrificios personales y familiares que muchas de estas mujeres realizaron. El hecho de que se hayan hecho para lograr el poder, no les quita mérito; es más, les compromete aún más.

Cuantas más magníficas nos gobiernen, más reactivación sostenible tendremos.

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