Los Pecados de Rosario

Rosario Robles Berlanga tuvo mucho qué ver con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder.
Vladimir Galeana Publicado el
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Sin lugar a dudas la posición de Rosario Robles Berlanga es muy endeble y quizá hasta riesgosa para su vida. Y no es que trate de calentar aún más el asunto que la tiene y mantiene al borde de la privación de la libertad, simplemente es que cuando se juntan el fuego con el combustible resulta inevitable la explosión, y la que pudiera propiciarse sería de magnitudes inimaginables. Para decirlo más claro, el riesgo es tanto para el acusador como para la acusada.

 

La Fiscalía General de la República tiene precisa, y es que quien verdaderamente tiene urgencia de un sacrificio es el propio Presidente de México, porque se le han estado terminando los argumentos para justificar la utilidad de su gobierno, y el mejor camino es entregarle a la gente, al vulgo, lo que siempre calma esas ansias populares y colectivas de  que alguien pague por los daños, y quien menos la debe, en cualquier sistema, democrático o autoritario, es quien resulta sacrificado.

 

Rosario Robles Berlanga tuvo mucho qué ver con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder. Independientemente de su ahora lejanía ideológica, ella fue un elemento indispensable para el crecimiento de quien ahora detenta la Presidencia de la República. Para quienes no saben el origen del tabasqueño, cuando dejó al Partido Revolucionario Institucional después de su etapa como incendiario, decidió sumarse a la izquierda representada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), y colocarse en la antesala del poder en la Ciudad de México.

 

Muchas son las historias que se pueden contar del tabasqueño, y la mayoría caen dentro de los recovecos de la impunidad y de la disposición de recursos públicos para mantener su activismo por todos los rincones del país. El PRD, formado por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, fue en su momento el de mayor utilidad, y lo supo aprovechar como la base social que necesitaba para comenzar a crecer y convertirse en el liderazgo indiscutible.

 

Después de haber gobernado la Ciudad de México el hijo del Tata decidió que el tabasqueño no tenía la madurez necesaria para asumirse como el futuro Jefe de Gobierno, y decidió que el tabasqueño siguiere sus recorridos por el país para que consolidara sus bases sociales. Por eso prefirió a Rosario Robles, y la hizo Jefa de Gobierno en la Capital de la República.

 

Ella fue la que sentó las bases para la llegada del tabasqueño al gobierno de la Capital del país, y que después emprendiera su camino hacia la cúspide del poder. Hoy Rosario Robles está siendo enjuiciada y quizá encarcelada en el corto plazo, porque así lo ha dictado quien ahora es su mayor enemigo cuando antes fue su protegido. Yo no sé si Rosario se robó cinco mil millones de pesos, lo que sí sé es que el ahora Presidente tiene personajes cercanos que robaron mucho más, y ahora están en la cúspide del poder. Pero como dicen por ahí, lo que sube tiene que bajar irremediablemente. Al tiempo.

 

 

vladimir.galeana@capitalmedia.mx

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