¿Montón a López Obrador?

El enojo tiene un candidato y ese es, como sabemos, López Obrador.

Con innegable habilidad, el tabasqueño ha logrado constituirse como el canal para descargar la ira acumulada contra quienes han gobernado el país en los últimos 18 años. Por eso su ventaja es tan amplia en las encuestas. Según algunos de sus antagonistas, la opción es que sus opositores unan fuerzas a ver si de esa manera se le puede derrotar.

Desde el punto de vista legal no van tarde, van tardísimo para declinaciones de estas características. No existe supuesto alguno en la legislación electoral mexicana que permita modificar coaliciones o la unión de estos candidatos para sumar votos.

Los tiempos están agotados. Los efectos de una declinación serían sólo políticos y mediáticos. Me temo, por cierto, que para esto último también van tarde ya.