Morena y su proceso antidemocrático

México no se merece procesos electorales como el vivido este fin de semana en el Consejo Nacional de Morena. México necesita que se fortalezcan sus instituciones y se generen mejores condiciones de legalidad y democracia, no órganos incondicionales a López Obrador.
Kenia López Rabadán Publicado el
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Por: Kenia López Rabadán*

Lo que distingue a Morena es la violación sistemática a la ley, los disturbios, golpes, acarreos, compra de votos y quema de urnas, y en la elección de su Congreso Nacional volvió a ser su sello.

Desde diferentes trincheras e incluso desde el interior de ese partido, se ha denunciado que en Morena no se respetan los procesos democráticos y hacen trampa para beneficiarse unos cuantos. Claramente en el partido del Presidente López Obrador no les gustan los comicios limpios, por eso apuestan al dedazo presidencial para definir a sus perfiles.

Este fin de semana, cometieron todo tipo de actos ilícitos. Por ejemplo, en algunas casillas, la policía estatal fue sorprendida llenando boletas. En otras, recurrieron a la compra de voluntades. A la gente le daban su boleta con el listado de consejeros por el que según debían votar. Incluso, usaron a los Servidores de la Nación para amedrentar a los beneficiarios de los programas sociales para que acudieran a las urnas. Los videos e imágenes son públicos y demuestran una vez más, la corrupción que impera en Morena.

Después del desaseo del fin de semana, queda claro por qué quieren destruir al INE con su tóxica reforma electoral, y es porque no creen en la democracia. No respetan el valor del voto de la gente. No les gustan las buenas prácticas democráticas. Sólo saben ser unos delincuentes electorales. Quieren controlar al árbitro electoral para hacer trampa, como lo hicieron en su elección interna.

A Morena le incomoda el pluralismo, por eso quieren subordinar al INE y es una muestra más de su autoritarismo y falta de visión. Su intención no es mejorar a nuestro máximo órgano electoral, sino controlarlo. Al Presidente López Obrador y a Morena no les gusta la autonomía, no toleran que alguien piense diferente a ellos. No saben perder, pero en 2024 se van.

Hoy más que nunca y después de ver el terrible proceso interno, es urgente que su tóxica reforma electoral no pase. Afortunadamente para el pueblo de México, no tienen los votos para aprobarla. Los partidos aliados a Morena deben darse cuenta de la destrucción que esa iniciativa presidencial significa y deben votar en contra de esta reforma dañina.

México no se merece procesos electorales como el vivido este fin de semana en el Consejo Nacional de Morena. México necesita que se fortalezcan sus instituciones y se generen mejores condiciones de legalidad y democracia, no órganos incondicionales a López Obrador.

*Senadora / presidenta de la comisión de Derechos Humanos

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