Obligación pendiente: reducir la desigualdad

Por: Kenia López Rabadán*

México es uno de los países con mayor desigualdad en el mundo. Según el Reporte Mundial de Desigualdad 2022 realizado por el Laboratorio de las Desigualdades Mundiales, nuestro país forma parte del 25% de los países con los niveles de desigualdad más altos de todo el mundo. Es decir, no todas las personas tienen acceso a servicios, a bienes, a la riqueza e incluso a los mismos derechos.

Las desigualdades se maximizan debido a la pobreza, al rezago educativo, por la falta de acceso a servicios de salud, por una inadecuada alimentación, en algunos de los casos, por no tener condiciones dignas de vivienda, e incluso, por el hecho de ser mujeres o una persona con discapacidad o indígena.

Según datos del Coneval, el 76 por ciento de la población mexicana vive en condiciones de pobreza o vulnerabilidad. Tan sólo en 3 años, de 2018 a 2021, se incrementaron casi 4 millones de nuevos pobres en nuestro país. Las desigualdades que existen en México son un tema de vulneración de derechos que provocan una serie de problemas sociales y económicos graves. 

De acuerdo con la OCDE, la desigualdad no sólo impacta en las personas, también afecta la capacidad de crecimiento económico e impide la productividad de las naciones. Estos obstáculos en el crecimiento se traducen, muchas veces, en informalidad, corrupción, crimen organizado e inseguridad, dañando el tejido social, la confianza y la inversión.

El Banco Mundial ha referido que la alta inflación está provocando estragos en las economías de las naciones y en la economía de las familias. En el caso de México, estamos ante el incremento de precios más altos de los últimos 21 años, lo que impide que las familias puedan comprar productos de la canasta básica, pagar servicios o ahorrar. Los salarios no alcanzan para cubrir las necesidades de las familias y con esta alza inflacionaria, se daña más a quien menos tiene.

Desde Acción Nacional, en la búsqueda para lograr la disminución de las desigualdades y generar un piso más parejo para todas y todos, trabajamos para atender los tres problemas que más aquejan a la ciudadanía: la inseguridad, la falta de dinero en los bolsillos y los servicios de salud deficientes. 

Nos hemos propuesto como agenda, 1) lograr que los ingresos de las familias vayan en incremento; 2) garantizar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Entre ellos, la paridad en los cargos de decisión del Estado mexicano; 3) proteger y garantizar los derechos de las personas desplazadas forzadas y migrantes; 4) fomentar la cultura financiera; 5) que haya más seguridad en nuestro país; y 6) que las familias que más lo necesitan, cuenten con un Ingreso Básico Universal.

Sin duda, aún falta mucho por hacer, pero tenemos el compromiso de asegurar un mejor porvenir para las y los mexicanos.

*Senadora / presidenta de la comisión de Derechos Humanos