Pruebas escasas

El Pico del Pollo |

Por: Alfredo Albíter Sánchez

Con la aparición de una quinta ola del Covid-19, las pruebas para detectar si se es positivo al “bicho” se ha convertido en algo tan común que en muchos domicilios, -sobre todo de personas cuyas labores se desarrollan en la Ciudad de México- han optado por comprar cajas y ante la aparición de algunos síntomas hacer uso de ellas, para aislarse o no…

Hasta hace tres semanas se podían adquirir en lugares donde también se venden cubrebocas, pero en los días finales de julio escasearon, además de subir de precio. De 100 o 120 pesos, ahora se venden hasta en 350, dependiendo la marca, la calidad y los lugares.

Aseguran, en algunos establecimientos al no existir una regulación, el precio se va fijando de acuerdo a la demanda. Sin embargo, el principal obstáculo es que hay quienes las esconden buscando subir precios.

La rabadilla del Pollo

Pollos en el tejado me dicen, si alguien tuvo una labor titánica para combatir los contagios de Covid-19 a lo largo de la pandemia, fue la Unión Nacional Independiente de Trabajadores y Empleados de Limpieza (UNITYEL), dirigida por Marco Antonio Reyes Saldívar, que como verdaderos estrategas mantuvieron las acciones para salvaguardar la salud de sus miembros.

Desde la distribución constante e ininterrumpida de guantes y cubrebocas N95, hasta la aplicación de talleres como el de “Técnicas básicas de limpieza y manejo de residuos hospitalarios”, desarrollados junto con la Secretaría de Salud, de Jorge Alcocer, y Bioservicios y Gestión Ambiental (Biogea), la unión no descansó en su lucha para contrarrestar la enfermedad.

También, implementó estrategias para detener los contagios con cursos impartidos por la Academia Mexicana de la Educación A.C. (AME), presidida por Benjamín González, y el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (Conocer), que ayudaron a los trabajadores de limpieza a desarrollar técnicas eficaces de aseo. Gran labor y un merecido reconocimiento…

Otros emplumados en el hilo me comentan, en dos secretarías de estado habrá movimientos, pues burócratas de medio pelo tomaron como de su propiedad las posiciones y han “lastimado” a trabajadores, hombres y mujeres que llevan tiempo desempeñando sus funciones y no han cedido a las presiones de sus jefes y jefas.

Quienes han resultado afectados/afectadas por estas situaciones, están por definir si acuden a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) a presentar las quejas y denuncias correspondientes. Hay, por lo menos, dos nombres que llaman la atención por ser, aseguran ellas/ellos mismos, ser familiares, protegidos y consentidos de “pesos pesados” en la política. Ya veremos…

Otros plumíferos en el tejaban aseguran, lo ocurrido el fin de semana en Morena significó -en la entidad- una bocanada de “aigre” para sus opositores. Ya hablaremos de ello…

Aunque el INEGI, diga lo contrario.

Por hoy, cierro pico. Shalom.

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