Rebelión en el Metro

 

Dobleces | Al parecer, el opositor multicolores Fernando Espino Arévalo, jefe del Sindicato Nacional de Trabajadores del STC, comenzó a mover con sigilo a sus huestes debido a que las autoridades del Sistema de Transporte Colectivo (STC), a cargo de Florencia Serranía, cerraron los comedores hasta el 8 de marzo, pese a que los trabajadores aún pagan […]


Dobleces |

Al parecer, el opositor multicolores Fernando Espino Arévalo, jefe del Sindicato Nacional de Trabajadores del STC, comenzó a mover con sigilo a sus huestes debido a que las autoridades del Sistema de Transporte Colectivo (STC), a cargo de Florencia Serranía, cerraron los comedores hasta el 8 de marzo, pese a que los trabajadores aún pagan sus cuotas por el servicio de alimentación.

El problema es que se debe dar una solución o paralizar una o dos líneas del Metro por un tema laboral puede estrangular la movilidad de la ciudad y con ello poner en jaque a las autoridades de la ciudad; aunque también es apostarle mucho a una batalla que se queda más en un pleito interno entre el sindicato y el STC.

La medida afecta a unos 15 mil trabajadores, lo que ha molestado al Sindicato Nacional de Trabajadores del STC, el cual prepara la lupa y las protestas ante posibles actos de corrupción en la adquisición del servicio de alimentación. Desde el pasado 2 de marzo se les avisó a los trabajadores con la adevertencia que fue una decisión unilateral del Organismo patrón.

Sin embargo, Espino Arévalo o nos sabe del caso o también les ocultó información a sus agremiado ya que en su “comunicado urgente” del 2 de marzo, argumenta que “los servicios de suministro de alimentos en virtud de que, presuntamente, se les estará dando mantenimiento y servicio de desafección, además de que se le les estarán proporcionando equipos nuevos”.

Pero lo que está detrás de este asunto son millones de pesos en juego. Recientemente, el Metro declaró desierta la Pública Nacional número 30102015-001-2020 para el servicio de alimentación de los trabajadores, desde el abastecimiento hasta la preparación y servicio en los comedores. El contrato correría a partir del 1 de marzo y finalizaría con el año, pero se descalificó a las seis empresas interesadas, lo que podría dar pie a una adjudicación directa.

Sin embargo, el proceso no ha sido comunicado a los trabajadores, quienes no saben quién estará a cargo de los comedores. Lo que sí saben es que la anterior proveedora, Escore Alimentos fue inhabilitada por dos años y medio por parte de la Secretaría de la Función Pública, de Irma Eréndira Sandoval, por simular competencia, por lo que podrá volver a jugar por un contrato en el sector público hasta el año 2022.

Dentro del Sindicato y del mismo Metro, afirman que la comida había bajado de calidad y que Escore Alimentos ya tenía nexos con La Cosmopolitana, de Elías Landsmanas Dymensztejn, conocida en el sector alimenticio por repartir comida antihigiénica que incluso ha intoxicado a cientos de personas privadas de la libertad, ya que fue la empresa favorita en varios centros penitenciarios. Y ahora es un asunto que pone a Espino Arévalo en alerta debido a los intereses que tiene, pues los contratos del servicio de alimentación representan jugosas ganancias; tan sólo el año pasado, el STC le otorgó dos contratos a Escore Alimentos, por más de 32 millones de pesos.

Espino sólo se queda en lo superficial ante los trabajadores y no destapa los intereses millonarios que están detrás de este caso. Pues eso de jugarle al opositor le sale muy bien… igual que servir de tapadera.