Seamos bienvenidos

navidad
 

Claro, ahora lo harán como un ciudadano, ciudadana común -por aquello de violar la Ley electoral- pero es la bienvenida a lo que sucederá el próximo año.


El Pico del Pollo |

Por Alfredo Albíter Sánchez

Estamos a días, horas de empezar con el tradicional recuento de “los daños” -algunos le llaman así, otros preferimos no- pero igual el balance sobre lo hecho, lo que nos faltó y lo que decidimos aplazar para un poco después por el coletazo de la pandemia o -más simple- porque se nos pegó la gana dejarlo para el 2023, pues con ello ya tenemos una “pata de pollo” en ese año y un compromiso para llegar a su estreno…

Ya nos veo, sacando todos los arreglos navideños, corriendo para acá y para allá, tratando de eludir la próxima misión que nos encargará la jefa del Estado Mayor Presidencial -por lo menos aquí sigue existiendo, ordenando, mandando y realizando trabajo de inteligencia (revisando de cada tiempo el celular- y por supuesto, no estamos en la mejor disposición de cumplirla por aquello de ver el resumen, del resumen del mundial, vaya, un domingo como cualquiera lo haría -así decía el papá de los pollos…

Pero bueno, ya basta de tanto preámbulo, porque el tema de la bienvenida es para algo menos alegre que la “navita”, menos tenso que desenredar las series de foquitos y más peligroso que decirle a la mandamás no iremos a la comida con sus “papaces” dentro de dos horas. Eso sí es deporte extremo.

En fin, seamos bienvenidos a la avalancha de mensajes que inundarán las Redes Sociales, las decenas de tarjetas virtuales que aparecerán una hora sí y a la otra también, deseando que la navidad, el amor y la paz reine en nuestros hogares. Con la firma de fulanita de tal, perenganita de tal o sutano…

Y con ello vendrá la pregunta hecha en el año de elección ¿como por qué te manda una tarjeta de felicitación si no nos conoce? Es, cómo decirlo, una cuestión de mercadotecnia, así funciona, tienen bases de datos con miles de datos -correos electrónicos- y los mandan en bola. Bueno, pues habla con ella -la persona- y le dices te den de baja de esa base y no recibes más correos…

Aquí es donde para bajar la tensión y presión se te ocurre decirle. ¡Va ahora mismo hablo a correos para pedirles no dejen ningún correo y me den de baja!..

Claro, ahora lo harán como un ciudadano, ciudadana común -por aquello de violar la Ley electoral- pero es la bienvenida a lo que sucederá el próximo año.

La rabadilla del Pollo

Pollos en el tejado me dicen, el año electoral, por lo menos en esta ocasión, no será aliado de las y los presidentes municipales en turno, por el contrario, estarán en el ojo de muchos para bien o para mal.

El año de gracia para replantear la administración está por concluir y ahora serán objeto de la crítica o salir como ejemplo…

No hay mucho qué presumir, -de todos los colores- pero los que sí, resultarán vitales para la elección del 2023: Falta saber quiénes y cuántos son leales. ¿Hay alguna apuesta?..

Aunque el INEGI, diga lo contrario por hoy, cierro pico. Shalom.

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