Tiempos de definición

El Pico del Pollo |

Podrá sonar, leerse exagerado, pero han llegado tiempos de definiciones, con melón o con sandia, pero de una vez habrá que determinar para dónde es que late el corazón. Así es, no se han esperado aquellos que ven una posibilidad para colocarse en las filas de hasta adelante, lo están haciendo, no le aunque el corazón lata para otro lado. Esto se ve más, mucho más en los terrenos de Morena. ¿La razón?, pues porque muchos piensan que los niveles de aprobación del Presidente Andrés Manuel López Obrador pueden ser factor también para que los impulse al triunfo. Esto habrán de aprovechar, por lo menos esa es la intención, para encaramarse en un puesto, lo de menos, dicen, es el pensamiento, los colores que antes defendieron, pues es de sabios cambiar y estamos en los momentos donde se puede hacer con el mínimo riesgo…Así que estamos por entrar en tiempos donde los saltimbanquis harán sus apariciones cotidianas, de hecho, ya están en ese proceso, van de reunión en reunión tratando de disimular sus negras intenciones, jalando gente de donde se puede para ofrecer un “patrimonio” electoral, para lo que se viene, será lo de menos, primero el puesto y luego la ideología, pareciera ser la premisa.

La rabadilla del Pollo

Pollos en el tejado me dicen que aunque existe un gran optimismo en que muchas cosas habrán de cambiar y para ello, incluso, es necesario un poco más de esfuerzo, no en todos los sectores se tiene la misma percepción…Uno de ellos es el sector empresarial, en donde a pesar de los esfuerzos, cada vez están más cerca los recortes de personal…Sumado a los adeudos entre sectores, hay quienes ven como opción el cerrar, temporal o definitivamente, pero hacerlo…En el renglón inmobiliario, dicen es donde se está sintiendo más, pues las transacciones han caído, en algunos casos, hasta en 20 por ciento, se contrajo el mercado pues no se tiene certeza por ninguno de los dos lados sobre lo que pasará. Es cuestión de esperar, pero no todos tienen las mismas posibilidades de aguantar…Shalom.

 

 

Por: Alfredo Albíter Sánchez

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