Trump se supera a sí mismo.

 

Con este caso elimina cualquier duda de que Trump es un racista y un misógino impresentable


Cuando creemos que ya lo hemos escuchado todo, el Presidente de Estados Unidos Donald Trump encuentra la manera de superarse a sí mismo y de entregarnos alguna nueva perla que confirma aun con más fuerza su grotesca capacidad de extender los límites de la abyección.

Esta semana y para variar desde su cuenta de twitter, el presidente de la que alguna vez fue conocida como la nación líder del mundo libre, arremetió contra 4 miembros mujeres de la Cámara de Representantes que comparten además la condición de pertenecer al partido demócrata y la de no pertenecer a la mayoría blanca, anglosajona y protestante que constituye étnicamente la columna vertebral de la sociedad estadounidense.

Donald Trump criticó las posturas de Alexandria Ocasio–Cortez, Ayanna Pressley, Rashida Tlahib e Ilhan Omar diciéndoles que en lugar de criticar la forma en la que se gobierna en Estados Unidos deberían de regresarse a los países corruptos y paupérrimos de los que vinieron para intentar arreglarlos. Con estas expresiones Trump condiciona la pertenencia a la nación estadounidense al color de la piel en virtud de que de las 4 congresistas aludidas, 3 nacieron en territorio estadounidense por lo que no vinieron de ningún lado sino que son tan estadounidenses como el propio Trump.

Solamente el caso de Ilhan Omar que nació en Somalia y llegó siendo niña a la Unión Americana de la que adquiriría la ciudadanía para muchos años después ser electa como miembro del Congreso de los Estados Unidos de América, podría y de manera muy forzada entrar en el supuesto asumido por Trump.

El que el presidente le diga que deberían regresarse a su país a mujeres que nacieron en Nueva York, Cincinati y Detroit elimina cualquier duda de que Trump es un racista y un misógino impresentable. Lo que en todo caso resulta aun más escandaloso es que semejante miseria humana muy bien puede lograr la reelección.