Ulises Ruiz, de los duros

Ulises Ruiz PRI
Foto: Internet 

Sin medir los efectos negativos para la imagen PRI en los próximos años, Ulises Ruiz insiste en convertirse el presidente número 43 de ese instituto político; sin embargo, su fama de represor durante su paso como gobernador de Oaxaca, lo hacen ver al interior del partido tricolor como un integrante del ala de los duros. Lo que […]


Sin medir los efectos negativos para la imagen PRI en los próximos años, Ulises Ruiz insiste en convertirse el presidente número 43 de ese instituto político; sin embargo, su fama de represor durante su paso como gobernador de Oaxaca, lo hacen ver al interior del partido tricolor como un integrante del ala de los duros. Lo que viene a ser esa vieja escuela en la que el poder se ejerce y no se comparte. En la que se normaliza la aplicación de la ley del garrote y el manotazo histriónico.

 

A Ruiz Ortiz le estalló, en este momento, un pasado ominoso en su carrera política. Recientemente a la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya llegó el amplio expediente de crímenes de lesa humanidad cometidos entre mayo de 2006 y agosto de 2007 en Oaxaca. En los que el exgobernador junto con los expresidentes Felipe Calderón y Vicente Fox están señalados.

 

Antes de dejar el cargo de ombudsman de Oaxaca, Arturo Peimbert fue el encargado de llevar el caso a la Corte Penal Internacional. Al tratarse de una denuncia sólida ésta ya pasó el primer análisis y cumple con los requisitos de los Estatutos de Roma. Es decir, la admite la Fiscalía de la Haya, aunque todavía falta el colegiado para decidir si inicia la investigación de los crímenes cometidos hace 13 años.

 

Los delitos sobre los cuales tiene competencia la Corte Penal Internacional no tienen prescripción de acuerdo con lo estipulado por el artículo 29 de los Estatutos de Roma, y no es necesario que el asunto haya sido sometido a la jurisdicción del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, ya que los requisitos de admisibilidad establecidos en el artículo 17 del mismo Estatuto europeo no lo especifican, pues se trata de dos sistemas internacionales diferentes, y la Corte Penal Internacional, al ser parte del Sistema Universal de Derechos Humanos, se ocupa de crímenes graves de trascendencia internacional, sin importar el tiempo transcurrido desde su comisión.

 

Por ello el priista Ulises Ruiz carece de solvencia moral para ocupar el lugar que dejará Claudia Ruiz Massieu. En plena efervescencia interna del PRI por el relevo en su dirigencia, el exmandatario juega un papel de choque. Y sus acciones y omisiones como gobernador en casos documentados de represión, lo hacen ver como el dirigente que ejercerá un política agresiva contra sus detractores al interior de su partido.

 

El también dirigente de la corriente Democracia Interna se encuentra en la posición de que con la crítica mordaz al interior de su partido aderezada con el discurso retórico de que personajes del pasado tienen la culpa de la debacle electoral del PRI en 2018 y la del 2 junio pasado, se puede llegar la silla máxima del priismo.

 

Sin embargo, Ulises Ruiz transita hacia una confrontación de fuerzas con Ivonne OrtegaJosé NarroAlejandro Moreno y otras corrientes políticas del PRI que no comparten la versión de que su mano dura es la respuesta para resucitar a un priismo que en el plano electoral se encuentra en el sótano.

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Ahora que reaparece el caso que lo catapultó como el mandatario represor y no puede zafarse. Sus omisiones están documentadas y es que las violaciones a los derechos humanos al pueblo oaxaqueño en 2006 y 2007 derivan en que el Estado falló. No sólo fue Ulises Ruiz, sin embargo, él formó parte de la estructura de poder que permitió que se entreverara el crimen organizado con autoridades tanto del orden estatal como federal.

 

Por: Israel Mendoza P.

@imendozape