Vox, aliado colateral

El deslinde debe ser claro y directo de lo contrario, la Alianza va por México se encarrila a convertirse en una sucursal de Vox.
Israel Mendoza Publicado el
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Dobleces |

Por: Israel Mendoza Pérez

@imendozape

La alianza de una facción de senadores panistas, encabezados por el senador Julen Rementería, con el partido ultraconservador de España, Vox, liderado por Santiago Abascal, le pasó por encima a Marko Cortés y pone en riesgo la alianza electoral-legislativa con el PRI y PRD. No hay control de daños y en el partido se marcó la división generada por Cortés y su necesidad de reelegirse como dirigente nacional del blanquiazul se ve perdida.

Sin un liderazgo de peso al interior del partido, los panistas firmantes de la Carta de Madrid, se declaran adversarios de la “amenaza” del comunismo en la iberoesfera. Con ello hicieron el ruido suficiente en las dirigencias del PRI y PRD. Los priistas se desmarcaron de la firma de la carta y negaron acercamiento con el dirigente ultraderechista Santiago Abascal. El PRD con un silencio cómplice admitió mantener una relación con el PAN y la facción radical. Jesús Zambrano prefirió el hermetismo.

Sin embargo, esta crisis le pega a directamente a Marko Cortés, quien ha tenido una dirigencia timorata y sumisa ante la cuatroté. Ahora, la Alianza va por México tiene como aliado colateral a Santiago Abascal. Si el objetivo era mantener una polarización en el país, lo lograron los senadores panistas y el liderazgo disfuncional de Cortés Mendoza. La alianza se desdibuja y esta pifia política les da pie a otras fuerzas políticas de ganar espacios perdidos por esta visita y acercamiento con la ultraderecha española.

Al momento, los panistas de cepa ya tuvieron un cónclave en el que, en su análisis, hay dos opciones en el corto y mediano plazo. Primero destituir a Rementería de la coordinación parlamentaria por llevar a una facción del panismo a la radicalización y la segunda es evitar el regreso de Marko Cortés a la dirigencia ya que dejó al partido albiazul en una situación de gracejada a ojos de sus aliados políticos.

Y es que más allá de esta reunión de coyuntura exhibe a los panistas firmantes como un segmento ultraderechista que confunden el orden geopolítico y que creen que el actual gobierno de la cuatroté pertenece a la corriente comunista. Cuando el partido en el poder carece de una ideología clara en el espectro de izquierda.

Marko Cortés perdió antes de tiempo su regreso a la dirigencia del PAN. Los triunfos electorales del 6 de junio tienen en su raíz la alianza y ganó el voto de castigo a Morena. No fue la estrategia de Alejandro Moreno ni de Marko Cortés o de Jesús Zambrano sólo fue el cúmulo de fuerzas políticas.

El deslinde debe ser claro y directo de lo contrario, la Alianza va por México se encarrila a convertirse en una sucursal de Vox. El gran perdedor de la tarde fue Marko Cortés ya que esta situación exhibe al panismo sin brújula justo cuando está en proceso de elección de nueva dirigencia. Si los panistas de cepa desaprovechan esta coyuntura y mantienen el estatus quo el PAN regresará a su época oscurantista.

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