Y eso que…

 

Y como no podía faltar, se hizo presente aquel que asombrado nos abrió los ojos con su muy sesudo análisis en un centro comercial…”Miren cuánta gente. Y eso que no hay dinero”…


El Pico del Pollo |

 Por: Alfredo Albíter Sánchez

Salir con los “muchachos” es arriesgarte a una lesión seria, por lo menos un desgarre, más cuando tratas de emular algunas actividades de aquellos años corridos en la Prepa 3, en la Cuauhtémoc o en Huitzila, que terminaba por ser una misma. Pues sí y como por fortuna es condición de muchos, muchos jóvenes parecíamos de “plástico”.

Del percance te levantabas acá a la de “torero caro”, sin limpiarte el traje seguías en la jugada, la parranda o el “fuchito” en la explanada.

Hoy, esas condiciones han cambiado, pero la “maldá”, sigue siendo eso y hoy, con los años que ya traemos encima no dejamos de dar lata…

Sí y no es añoranza, pero más bien es entrada para comentar la salida de algunos integrantes de ese selecto grupo, sólo a dar la vuelta, aunque para nuestra fortuna coincidió con El Buen Fin…

Y como no podía faltar, se hizo presente aquel que asombrado nos abrió los ojos con su muy sesudo análisis en un centro comercial…

”Miren cuánta gente. Y eso que no hay dinero”…

Pues sí, comentamos, pero es más complicado que una simple expresión de admiración ¿no? Quiero pensar que con la pandemia también cambiamos de pensamiento en ese sentido y quienes andan en la “compradera” son aquellos ahorradores durante el año para darle mate a los mismos en estos días…

Pues no insistió, el tradicional aguafiestas, pasa que se van a meter en broncas por darle duro al “todo con el poder de tu firma” y después andarán sufriendo para pagar intereses. Esto es pura mercadotecnia, unas semanas antes inflan precios y luego los bajan para que parezcan ofertas…

Orales, le dije, qué sabio eres y cómo te diste cuenta, dónde has visto esas prácticas.

En cualquier lado, respondió y soltó la frase cuya pronunciación que a este alado le pone las plumas de punta, “todos sabemos que así se hacen las cosas y además con la complacencia de autoridades, todos lo sabemos”.

Pues vieras que yo no lo sabía, tenía una leve idea, pero como no me consta, entonces ni sabría decir y eso de “todos”, pues me excluye. El corajito me llevó a un traspié y “venga la lesión”, claro, porque “todos” estamos expuestos a eso.

La rabadilla del Pollo

Pollos en el tejado me dicen que en estos últimos días las llamadas de extorsión, como la platicada en este espacio se han multiplicado y aunque con variantes, inician con un tema similar, soy “fulano” y pasé a “tal” domicilio para dejarle mi tarjeta de presentación…

Soy funcionario del ayuntamiento de Toluca, del área “perengana”. Insisten para obtener algún dato que le sirva y si no sucede de inmediato pasan a la amenaza…

La pregunta sigue en el aire, ¿cómo es que cuentan con información, además sensible de usuarios de telefonía celular, cómo acceden a ella? Hay quienes aseguran, la han obtenido extorsionando y amenazando a trabajadores de esas empresas…

Por hoy, cierro pico. Shalom.

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