Y esto es sólo el principio

Como todo el mundo sabe el presidente de Estados Unidos Donald Trump ha amenazado con imponer 5% de arancel a todos los productos procedentes de México como medida para forzar al gobierno mexicano a hacer más por contener el flujo de migrantes indocumentados que procedentes de América Central han venido llegando en número creciente a la frontera estadounidense.

 

Para nadie es un secreto que Donald Trump ha sido muy exitoso en capitalizar políticamente el rechazo, cuando no abiertamente el odio, que sectores muy significativos de la sociedad estadounidense tienen con respecto a los migrantes.

 

Lo hizo durante la campaña electoral que lo llevó a convertirse en presidente de la Unión Americana tras alzarse con la victoria en los comicios celebrados el 8 de noviembre del 2016. Ahora que frente a él se abre la posibilidad de ser reelecto indudablemente lo hará, con el nada tranquilizador agravante de que a diferencia de entonces, hoy Trump ocupa una posición de mucho mayor poder.

 

Sus andanadas contra la migración ya no serán desde su posición como aspirante a la candidatura republicana a la Casa Blanca o como candidato ya a la presidencia como ocurrió en el 2016 sino que ahora serán desde el mismísimo despacho oval.

 

De suerte tal que esto apenas comienza. La travesía en el desierto que México tendrá que protagonizar se extenderá hasta enero del 2020 cuando se celebren las elecciones presidenciales en Estados Unidos y quizá durante cuatro años más si es que Donald Trump logra que lo reelijan.

 

En cualquier caso sí llama la atención que conociendo al personaje, la actual administración de Andrés Manuel López Obrador no haya diseñado una política migratoria nacional congruente con la legislación doméstica e internacional y fincada en pilares de argumentación sólidos como para poder hacerle frente con un mínimo de éxito a los reclamos del excéntrico mandatario estadounidense.   

 

 

Por: René Palacios