Ante constantes ataques del ejecutivo federal el ministro Alberto Pérez Dayán advirtió “nada nos va a doblar” y aseguró “es complejo que un juez sea electo en las urnas”

Ante los constantes ataques, del Ejecutivo Federal, el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Alberto Pérez Dayán, aseguró:

“Estamos fuertes, estamos convencidos de lo que hacemos, en ese sentido, nada nos va a doblar, se lo he dicho a todos, el día que la Constitución cambie y diga otras cosas, haremos que esas otras cosas se cumplan, pero mientras no estén, haremos que se cumplan las que están, a costa de lo que sea y si después de todo lo que sucede me voy a ir a vender tamales, ahí les mando el menú”.

La tarde de este lunes, el Ministro destacó que en estos momentos en que se ha convertido en uno de los temas sociales más presentes, el hecho de que si un Juez es o no democrático (El Juez Demócrata) elegido por las urnas, siempre le había resultado una idea exótica y bajo la perspectiva de lo que hoy se dice, pues parece difícil de entenderse.

“En un sistema en donde el derecho sea la constante de la convivencia y las normas, las reglas de su conducta, el Juez pueda llegar a acceder a esos cargos a través de una elección popular, no dudo que se pueda, sin embargo, me parece que hoy por hoy, es verdaderamente difícil alcanzar los ideales, objetivos y funciones de la Judicatura a través de un sistema electoral”

Al participar, en la Presentación del Libro “La Defensa y Remediación de los Derechos Sociales”, Pérez Dayán, enfatizó que la idea de un “Juez Democrático”, parecería extraña a una consideración de cómo es que llega.

“Obviamente el concepto de la democracia más original y pura es cuando en las comunidades más pequeñas se podía llegar a discutir sobre los problemas que aquejan a la sociedad y, entre todos, lograron una decisión”.

Y reconoció que la complejidad de la sociedad, la existencia de reglas y la posibilidad de la representación en donde cada uno, entrega en un tercero la posibilidad de llevar los ideales, las metas, los deseos y a su vez, expresarlas en nombre de una comunidad, ha llevado ciertamente, a una fórmula democrática en donde estos representantes sociales llegan a través de las mejores ofertas que presenten a la comunidad, lo cual parece difícil de entender en un ámbito de la justicia.

“¿Qué ideas podríamos llevar a la elección de los jueces como para poder decir voy a hacer prevalecer el Estado de Derecho? no lo sé, es muy difícil, vaya, por la naturaleza misma del oficio de la Judicatura, la elección riñe, por lo menos, en nuestra manera de pensar en nuestro sistema constitucional”.

“Por eso, yo me rehusaba a pensar que había jueces democráticos, pero pensando más en el concepto de la democracia como actualmente se diseña, claro que somos jueces demócratas”.

El Ministro enfatizó que los juzgadores, ya son jueces demócratas y no por provenir de una “Elección Popular” que, para esos fines, resulta total y absolutamente ajena y anticlimática en nuestra función.

Ante constantes ataques del ejecutivo federal el ministro Alberto Pérez Dayán advirtió “nada nos va a doblar” y aseguró “es complejo que un juez sea electo en las urnas”

“Lo somos porque sabemos que existen derechos contenidos en la norma que obligan a la autoridad a proveer lo necesario para que se cumplan y cuando no se cumplan, somos quienes, a través de juicios, podemos hacer que éstos se cumplan”.

El Ministro, dijo que en esa medida, el Juez entra en el terreno de lo que hoy, actualmente, se entiende por democracia y es que la democracia y ya no sólo se reduce a la elección, a la posibilidad de que el pueblo elija a sus gobernantes, incluyendo a sus jueces, sino que la democracia se ha transformado en un concepto en donde hoy se es demócrata o un gobierno es demócrata cuando alcanza a proveer a la ciudadanía de aquellas cuestiones mínimas para que su convivencia y su presencia en sociedad resulte cómoda, resulte correcta y accesible.

“El Estado en ese sentido, lo entiendo muy bien, cómo esta organización que nos permite evitarnos los males, nos ayuda para acabar con las anomalías, con las calamidades, pero tampoco nos tiene que ser aquel que nos dé la fórmula de la felicidad, la felicidad y el éxito nos corresponde a todos y cada uno de nosotros, a través del trabajo, la honestidad, el compromiso, la entrega, la aplicación”.

Y arremetió señalando que:

“El Estado no tiene que andar viendo cómo nos hace felices, simplemente nos tiene que quitar de encima las calamidades que nos azotan y es ahí en donde el carácter colectivo o gremial de la sociedad permite que, a través de todos, logremos un instrumento que nos dé las condiciones mínimas y necesarias para podernos desarrollar correctamente”.

Y como ejemplo puso que en un tema de enfermedades, proveer lo necesario a un sistema de salud al tipo de los daneses que dé la tranquilidad de no tener que andar enfermándonos y cosas como ellas.

“De eso se trata, la sociedad tiene que organizarse para darnos los mínimos, cuando está comprometida a darlos, si no los cumple para eso están precisamente los jueces, para exigir que se cumplan”.

El Juez Constitucional, dijo que cada una de las funciones del Gobierno están perfectamente definidas y cada uno la defiende como propia y eso es correcto pero, dijo, que se olvida con frecuencia la interacción que debe haber entre los distintos Poderes de la Unión para hacer el cumplimiento de la norma, esa satisfacción del interés general que nos propicia una mejor condición y calidad de vida.

“De suerte que si el Ejecutivo (Federal) tiene determinadas obligaciones que no cumple tendrán que existir también medios que lo obliguen a hacerlo y, uno de ellos, precisamente es la jurisdicción”.

Guillermo Espinosa / @Guiesga

RGH