Sepulta Beltrones Rivera régimen presidencialista

 

Jefe Manlio visualiza con panistas y perredistas gobiernos de coalición


Las tres principales fuerzas políticas del país y especialistas coincidieron en que el modelo presidencialista está agotado, por lo que el siguiente paso del proceso democrático es corregir este régimen de gobierno para generar una nueva gobernabilidad y, en este escenario, los gobiernos de coalición se perfilan como la fórmula adecuada.

En su primera aparición pública después de renunciar a la presidencia nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones fue anunciado en los Diálogos Galileos como el “Jefe Manlio”, aunque su reaparición, que causó alta expectativa, no se llevó a cabo en la antigua sede del PRD, donde originalmente se llevan a cabo estos ejercicios de opinión.

En un lujoso hotel de la Ciudad de México, el político sonorense resaltó que en México debe ser superado el debate partidista de la legitimidad de los gobernantes, para así pasar a la corrección de la actual fórmula de gobierno que, lamentó, desgasta la gobernabilidad.

Acompañado por el senador panista Roberto Gil Zuarth y por José Woldenberg, ex consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Beltrones afirmó que los gobiernos de coalición tienen la posibilidad de “cambiar” un sistema político diseñado en “viejos tiempos”.

Reiteró su posición respecto de los gobiernos de coalición, que en suma busca dotar de mecanismos al sistema presidencial para llegar a acuerdos, en donde las distintas fuerzas partidistas puedan acordar políticas públicas con objetivos claros, que los compartan todos y, adicionalmente, éstas se hagan efectivas en el Congreso.

“La política es insustituible, el diálogo también; su magia consiste en el acuerdo, en el planteamiento civilizado de propuestas distintas que pueden llegar a una coincidencia por el objetivo común”, resaltó.

Nueva gobernabilidad

El perredista Fernando Belaunzarán coincidió que el régimen presidencialista dio de sí, por lo que resaltó que los gobiernos de coalición tienen mucho sentido para generar una nueva gobernabilidad.

Gil Zuarth consideró que la segunda vuelta electoral, acompañada de los gobiernos de coalición, se perfila como la fórmula capaz de generar los incentivos para la transferencia de agendas entre los diferentes actores políticos.

Woldenberg estuvo de acuerdo en que el régimen actual está agotado y la nación transita de un “tripartidismo” a una mayor fragmentación y pluralismo “equilibrado”.

La segunda vuelta electoral no es una “varita mágica”, dijo el expresidente del IFE, pero serviría para que “nadie llegue a la Presidencia con más rechazos que adhesiones”, pues advirtió que la fragmentación partidista y ciudadana “ya está dada” y ningún mago la va a poder conjuntar.