Brazalete, la opción contra hacinamiento

 

Busca PRD que internos cumplan su sentencia en sus casas


La vicepresidenta de la Comisión Especial de Reclusorios de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Rebeca Peralta León, solicitó flexibilizar las reglas que regulan la portación de brazaletes electrónicos.

Detalló que el objetivo es que un mayor número de internos cumplan su sentencia en sus domicilios, lo cual contribuirá a una mejor reinserción social y a disminuir el hacinamiento y sobrepoblación en las cárceles de la Ciudad de México.

Actualmente sólo 11 prisioneros tienen brazaletes activados, por lo que un equipo de cinco profesionales monitorean, desde el penal de Santa Martha Acatitla, vía satelital, las 24 horas del día, para conocer el sitio donde se encuentra el reo.

Cada aparato cuesta 71 mil 340 pesos y se otorga mediante la garantía de una fianza de entre 20 y 25 mil pesos depositada en el juzgado.

El programa comenzó en 2006 y a la fecha se han entregado un total de 436 brazaletes electrónicos (416 a hombres y 20 a mujeres).

En este contexto, la diputada del PRD consideró que entre las ventajas del uso del brazalete electrónico se encuentra la disminución del hacinamiento, pues al 19 de agosto pasado se tenían en las cárceles capitalinas 33 mil 389 reos.

También se generaría un ahorro en el gasto público destinado a comida, vestido, educación y esparcimiento para el recluso.

Se evitarían cualquier tipo de riñas, disturbios o enfrentamientos en las prisiones, además se tendría un valioso instrumento de reinserción social pues los sentenciados convivirían con sus familias, entre otros.

Peralta León señaló que el beneficio de la reclusión domiciliaria mediante monitoreo electrónico a distancia está contemplada en la Ley de Ejecución de Sanciones Penales y Reinserción Social, y establece que corresponderá al sentenciado cubrir el costo del brazalete.

Finalmente, subrayó que además de México, en la actualidad Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Uruguay, Portugal, Suecia y Estados Unidos, han experimentado un uso adecuado y sostenible de los brazaletes electrónicos.