Continúa familia Zamora lucha pro ambientalista

 

Desde 1998 comuneros buscan erradicar la tala clandestina


Ildefonso Zamora, originario de San Juan Atzingo, en Ocuilan, Estado de México, ha defendido, junto con su familia y otros comuneros, los bosques desde 1998 en busca de erradicar la tala clandestina.

Sin embargo, el 15 de mayo de 2007, dos de sus hijos fueron atacados por talamontes; como resultado, su hijo Aldo murió. “No obstante esa muerte, seguimos en pie de lucha”, declaró el ambientalista.

El pasado 20 de noviembre, Ildefonso Zamora fue detenido y acusado sin pruebas del delito de robo agravado y posteriormente fue liberado el 12 de agosto, ya que el juez quinto de Distrito de Amparo ratificó que el ambientalista no debió ser vinculado a proceso, al no existir pruebas en su contra.

“Mi inocencia está demostrada y comprobada, y espero ya no ser perseguido; espero que no se fabrique otra carpeta de investigación, espero que no se me inventen delitos ni que se me fabriquen órdenes de aprehensión”, detalló Zamora.

Para Amnistía Internacional México, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y Greenpeace, la detención de Zamora es un acto de represalia por su activismo.

“El caso de don Ildefonso es emblemático de cómo en México corren riesgos los defensores comunitarios del medio ambiente”, declaró Santiago Aguirre, subdirector del Centro Pro.

Pese al trabajo de los ambientalistas y comuneros, la tala ilegal continúa en los bosques de San Juan Atzingo que forman parte de las 120 mil hectáreas del Gran Bosque de Agua.

“En estos últimos dos años ya se han talado más de 220 hectáreas, que espero se recuperen en esta temporada de reforestación”, agregó Zamora.

La defensa de los bosques no cesa con la liberación del activista, “aquí la lucha no cesa, no vamos a parar y tenemos que hacer esa reparación del daño que ocasionaron”, dijo Rosario Zamora, hija del ambientalista.