Ante la detención y abusos contra una reportera cometidos presuntamente por policías mexiquenses y agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, instruyó al Programa de Atención de Agravios a Periodistas a tomar “cartas en el asunto”.
“Cualquier agresión debe tener consecuencias. El país necesita cambiar el tema de impunidad por justicia y este caso no debe ser la excepción”, indicó.
Tras participar en la conmemoración del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, el ombudsman nacional advirtió que estas agresiones buscan intimidar y silenciar la libertad de expresión.
El pasado miércoles Iris Velázquez, reportera del diario Reforma fue detenida, golpeada y despojada de su equipo de trabajo mientras cubría un desalojo en un predio conocido como Loma Larga, en Atizapán, pese a que en todo momento se identificó como prensa.
Posteriormente, fue trasladada al Ministerio Público de Tlalnepantla, donde permaneció incomunicada y continuaron las agresiones.
La mañana de este jueves, el gobierno del Estado de México informó que el fiscal regional de Tlalnepantla, así como su jefe de unidad y cuatro comandantes de zona fueron separados de sus cargos en la PGJEM a fin de ser investigados y de que se deslinden responsabilidades.
Mientras tanto, Julio Hernández Barros, titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), ofreció atender de manera personal a la informadora.
“La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas pone una firme condena, estamos realmente consternados”, afirmó.
Además calificó de “imperdonables” los agravios provenientes del propio Estado contra la representante de un medio de información.
