Durante su presidencia, Felipe Calderón propuso crear una policía con un mando homologado en cada una de las entidades del país, bajo el argumento de que la falta de coordinación dejaba a los municipios sin seguridad.
En octubre de 2010 mandó la iniciativa al Congreso, pero su propuesta no prosperó. Hasta el 2014, cuando Enrique Peña Nieto ya era titular del Ejecutivo nacional, éste retomó la propuesta de su antecesor; sin embargo, la petición presidencial tampoco tuvo progresos.
En las cámaras de Diputados y Senadores los partidos de oposición pidieron su revisión, y de la propuesta de Mando Único Policial se pasó a la de Mando Mixto Policial.
A pesar de tales modificaciones a la propuesta de Peña Nieto no hubo avances en este asunto y la reforma policial sigue a la espera.
Algunos legisladores han manifestado su interés por realizar la aprobación de las reformas, entre ellos el coordinador en la cámara de diputados del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés Mendoza, que indicó que se pretende se subsidien las fuerzas del orden, de tal manera que se implemente una estrategia específica para combatir eficazmente la delincuencia organizada en el país.
En el 2014, Jorge Carlos Hurtado Valdez, entonces secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, afirmó que para septiembre de ese año 1,358 ayuntamientos ya tenían acuerdo para el Mando Único Policiaco, lo que significaba que 73% de la población del país ya está bajo ese control, lo que equivaldría a 31 estados.
