“Dígase lo que diga”, parte del fentanilo que se consume en EUA, se trafica desde México: Manuel Añorve

 

Expertos comentaron que Tijuana es la “zona cero” del fentanilo, tanto por su cercanía con Estados Unidos coma por su uso local.


Al inaugurar el “Foro internacional sobre fentanilo; hacia una agenda de seguridad y salud desde una visión global”, el senador Manuel Añorve Baños manifestó que, de acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito, buena parte de ese opioide que llega a Estados Unidos es traficado desde nuestro país, “dígase lo que se diga”.

Organizado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, el cual encabeza el priista Manuel Añorve; 10 especialistas de México, Estados Unidos y Canadá se refirieron a las bondades del fentanilo lícito en su uso médico; pero también de las consecuencias de utilizarlo de manera ilícita.

Al respecto, el senador comentó que las incautaciones de fentanilo del otro lado de nuestra frontera en 2021 y 2022, aumentaron 200 por ciento respecto al 2019 y 2020, superando los 10 mil kilogramos.

“Tan solo en lo que va del año, la Secretaría de la Defensa Nacional ha confiscado más de un millón 800 mil pastillas y 280 kg de fentanilo, y aunque hay quienes dicen que en México no se consume fentanilo; la realidad es que estamos comenzando a ver un problema, particularmente en las ciudades fronterizas”.

Indicó que la salud, por un lado, el fentanilo es un medicamento necesario en el tratamiento del dolor, ya que es hasta 100 veces más fuerte que la morfina y de aplicación más sencilla; por otro lado, su uso problemático ha provocado una crisis en Estados Unidos en la que solo el año pasado murieron más de 100 mil personas por sobredosis.

Esto se debe a que la alta potencia de este químico hace que dos miligramos sean necesarios para provocarla. Para tener una referencia, es lo que equivalente a dos granos de sal y, el hecho de que en México no tengamos una crisis de esas dimensiones, no quiere decir que el problema no nos afecte.

Recordó que la semana pasada, en la presentación de un libro sobre amapola, los expertos comentaron que Tijuana es la “zona cero” del fentanilo, tanto por su cercanía con Estados Unidos coma por su uso local.

Añorve Baños destacó que los carteles de la droga están usando a las personas en situación de calle consumidores de heroína, para probar las dosis de fentanilo y lo que sucede es que hay decenas de sobredosis y muertes que no se previenen, no se atienden y no se registran como fentanilo.

Es por ello que el legislador por Guerrero subrayó que un tema que hay que tratar con mucha seriedad y tocando todas sus aristas. Además de que se tienen que plantear medidas para garantizar el acceso a opioides para quienes los necesitan de manera lícita y aquí entran tanto los pacientes con dolor como las personas con consumos problemáticos.

“De ahí que una de estas medidas es la regulación del cultivo de la amapola que ha venido impulsando desde hace muchos años”.

Sin embargo, el también coordinador del Grupo Parlamentario del tricolor dejó en claro que se debe exigir al gobierno un plan de prevención real y eso empieza por tener una estadística confiable del consumo de fentanilo en nuestro país y también hay que proponer desde el senado que México busca una estrategia de cooperación global en la materia.

“No se vale lavarnos las manos, pero tampoco aceptar toda la culpa de un problema que exige corresponsabilidad: unos países impulsando estrategias de prevención reales otros combatiendo la producción de precursores”.

Mauricio Soto Rodríguez, del Colegio de Veracruz, expuso que el cartel de Sinaloa es uno de los principales grupos delictivos en el país en traficar el fentanilo. Pues están “globalizados” actuando como capitalistas que usa lo que sea para aumentar sus ingresos de manera ilícita, por eso se le identifica como delincuencia organizada.

Destacó que, de acuerdo con la Convención de Palermo, donde se define realmente lo que es la delincuencia organizada y la delincuencia común; en términos jurídicos los cárteles mexicanos no podrían ser considerados como grupos terroristas, porque no buscan un objetivo político, a diferencia de los cárteles que buscan solamente las ganancias económicas.

AGM